El Reino Unido reitera que no está obligado a cumplir la directiva comunitaria 89/618/Euratom durante las reparaciones de submarinos al ser actividades militares.

El Tribunal Europeo de Justicia, con sede en Luxemburgo, celebró el juicio contra el Reino Unido por la polémica estancia del submarino HMS Tireless durante un año en el puerto de Gibraltar a causa de una avería en su reactor nuclear.

Este juicio tiene su origen en la denuncia que interpuso Ecologistas en Acción ante la Comisión Europea, ya que el Reino Unido no había aplicado las directivas comunitarias en esta materia y había expuesto a la población militar y civil de la zona a un riesgo de radiaciones ionizantes. El organismo comunitario decidió entonces abrir un expediente y llevar el caso a los tribunales.

Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, el Gobierno británico reiteró que no está obligado a cumplir las directivas 89/618/Euratom en las reparaciones de submarinos al desarrollarse éstas en instalaciones militares, así como que el único plan de emergencia que existe para estos casos es el denominado Gibpubsafe, que contempla situaciones de peligro radiológico en ubicaciones de tipo militar.

Frente a esta postura, la Comisión Europea considera que las disposiciones de este capítulo y de la legislación comunitaria se aplican a todas las exposiciones a radiaciones ionizantes, independientemente de que sean de origen civil o militar.

Al entender por tanto la Comisión que el modo de hacer llegar la información previa a la población de Gibraltar y el Campo de Gibraltar sobre la visita del Tireless no fue conforme a la directiva Euratom, el organismo espera que este proceso judicial determine que lo sucedido durante la estancia del sumergible no puede volver a repetirse.