Almacenamiento de gas en cavidades salinas.

Joan Jurado Rota y Joan Morros Piniella. Revista El Ecologista nº 88.

Gas Natural Fenosa proyecta un almacén de gas en el subsuelo salino de la comarca del Bages (Barcelona). Se situaría en el término municipal de Balsareny y muy próximo al núcleo urbano de Navàs. El proyecto está avalado por el gobierno de la Generalitat y pendiente de la autorización del Ministerio de Industria. Una vez finalizado sería el primer almacén de gas en una cavidad salina del Estado español. Desde asociaciones y plataformas locales ya se ha expresado el temor que suscita esta instalación y la falta de información al respecto.

La cuenca salina de la Catalunya Central

En la comarca del Bages (Barcelona), al norte de la montaña de Montserrat, existe una cuenca salina de unos 40 millones de años. El mar interior existente durante el Terciario, que comunicaba con el océano Atlántico por el actual golfo de Vizcaya, fue quedando aislado debido al levantamiento de los Pirineos fruto de la colisión entre la microplaca ibérica con la placa Euroasiática. El aislamiento, el clima árido y la escasa aportación de agua de los ríos provocaron la evaporación del agua de mar y la precipitación de las sales disueltas. Estas se depositaron en las fosas más profundas de aquella antigua cuenca marina, lugares en los que hoy afloran los diapiros salinos potásicos que han sido objeto de explotación por parte del ser humano. Después de décadas de actividad minera en distintos puntos de la cuenca (Cardona, Súria, Sallent y Balsareny), se han ido clausurando algunos pozos y minas en los últimos años, no sin antes ser fuente de conflictos ambientales relacionados con la salinización de ríos y arroyos, con el vertido de residuos en escombreras salinas o con la subsidencia de áreas colindantes a explotaciones que, en algunas ocasiones, han llegado a requerir incluso el desalojo irreversible de sus vecinos.

Antecedentes y características del proyecto

En 2009 Gas Natural Fenosa obtiene un permiso de exploración para determinar la presencia de hidrocarburos en el corazón de Catalunya, entre las comarcas del Bages y el Berguedà. Los resultados descartaron la presencia esperada de hidrocarburos pero confirmaron la idoneidad del subsuelo salino para la construcción de instalaciones subterráneas de almacenamiento de gas. Para su realización se debía llegar a un acuerdo con el concesionario minero de la zona, ICL-Iberpotash. Según indica el portal de comunicación Apunt [1] “ambas empresas firmaron un convenio de colaboración sujeto a una cláusula de confidencialidad”.

En 2012 se inicia la tramitación administrativa así como los estudios geológicos y ambientales previstos, financiados en parte con una ayuda europea. En la última actualización del proyecto [2] por parte de la empresa de noviembre de 2014, se plantea “el desarrollo de almacenamiento de gas natural en cavidades salinas formadas mediante disolución con agua, incluyendo el resto de instalaciones necesarias para su construcción y operación”. El complejo estaría formado por ocho cavidades, construidas a un ritmo de dos cada treinta meses, con una profundidad entre 700 y 1000 metros para almacenar 3000 GWh de gas natural y emitir hasta 170 GWh/día. Las instalaciones contarían con unidades de compresión, deshidratación, filtrado y mediación incluyendo una planta de lixiviación durante la construcción de las cavidades. La inversión estimada del proyecto es de unos 300 millones de euros y además precisa de un gaseoducto de 45 km hasta Terrassa y una acometida eléctrica de 8 km desde Sallent.

Impacto ambiental, riesgo geológico y coste social

Planteado el proyecto por parte de Gas Natural, empiezan a surgir voces críticas en el territorio. Diversas plataformas locales, como asociaciones ecologistas o ayuntamientos contrarios al proyecto, han alertado sobre los impactos potenciales que podrían tener lugar antes, durante y después de la construcción de las instalaciones. Dichos impactos pueden resumirse en cuatro puntos: volumen y origen de agua para la construcción, evacuación de las salmueras resultantes, riesgo geológico y peligrosidad de este tipo de complejos.

La construcción del almacén subterráneo de gas conlleva un consumo de agua disparatado, los datos abruman. Según Gas Natural y la Agència Catalana de l'Aigua se requieren 160 litros de agua por segundo durante una década, es decir, serían necesarios 50.000.000 m3 para la construcción de las ocho cavidades. En la ilustración del artículo publicado por Mèdia.cat [3] se pueden observar de manera muy gráfica lo que supone este volumen de agua y la malversación que supondría esta actividad. Otro punto de conflicto es el origen del agua. Desde un principio se han barajado dos posibilidades: captarla directamente del río Llobregat o utilizar aguas tratadas por la depuradora de Manresa. La primera de las opciones es la preferida por la empresa por el menor coste económico y requiere la construcción de las infraestructuras necesarias. No obstante, supondría poner en serio riesgo el caudal ecológico del río, en especial en los periodos de sequía habituales en el clima mediterráneo. En un principio la Agència Catalana de l'Aigua se decantaba por la captación de agua tratada por la depuradora. Inicialmente esta condición fue aceptada por la empresa pero, con el cambio de gobierno de por medio, finalmente acabó por descartarse alegando como un obstáculo la lejanía de la depuradora de Manresa y pasó a ser prioritaria la opción de captarla de la Sèquia, una acequia histórica que canaliza las aguas del Llobregat entre Balsareny y Manresa. Este es uno de los puntos más problemáticos, aún en estudio y se apunta que puede contravenir los principios de leyes ambientales vigentes en Catalunya.

El ciclo del gran volumen de agua necesaria no sería reciclado, si no de usar y tirar, pues se calcula que el agua resultante después del proceso de excavación contendría unos 280 gramos de sal por litro, por lo cual deberá ser evacuada directamente al mar, situado a más de 60 km. La canalización hasta el mar de 160 litros por segundo de salmuera requiere la construcción de un nuevo colector. El colector de salmuera actual entre Cardona y Abrera, que evacúa los residuos de la explotación salina de la comarca, se encuentra totalmente obsoleto y cuenta con centenares de incidencias en las últimas décadas que han provocado graves afectaciones sobre la vegetación, el agua y el suelo del territorio. El Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Catalunya ya contempla el proyecto de ampliación y mejora de dicho colector, puesto que ya prevé la incorporación del agua residual procedente del almacén de Gas Natural. Las obras, previstas para ejecutarse el 2016, serían realizadas por una concesionaria que recibiría cánones en concepto de mantenimiento durante veinticinco años, además del cobro por la utilización de la infraestructura.

Por otro lado está el riesgo geológico. El Plan Director Urbanístico del Pla de Bages incluye una parte de los terrenos donde se prevé construir el almacén dentro de la zona de riesgo potencial de subsidencia. En el certificado de compatibilidad urbanística tramitado por el Ayuntamiento de Balsareny para Gas Natural se incluye la obligatoriedad de realizar estudios previos para evaluar y minimizar los posibles riesgos. La preocupación sobre este tema se reactivó a raíz de los movimientos sísmicos frente a la costa de Tarragona y Castellón, asociados a la actividad de la Plataforma Castor. La existencia de algunas fallas en la zona ha provocado que desde el gobierno, a instancias del Parlament, se exija la realización de estudios para evaluar los posibles riesgos sísmicos y geológicos. En declaraciones a TV3 [4] Josep Maria Mata-Perelló, catedrático de Geología y Mineralogía de la Universitat Politècnica de Catalunya, comenta que se trata de fallas activas y se requiere de estudios sísmicos para prevenir posibles problemas. Aun así, añade que tienen poco potencial de movimiento y sentencia que, aun no siendo peligrosa la sismicidad de la zona, conviene dar garantías a los vecinos.

A todo lo anterior hay que añadir la gran accidentalidad registrada en este tipo de almacenes.

Según el informe Failure rates for underground gas storage [5], los almacenes en cavidades salinas representan alrededor del 10 % de los 627 almacenes de gas en el subsuelo que hay en el mundo. A pesar de la poca presencia en favor de otras modalidades de almacenamiento, como por ejemplo, en yacimientos agotados, los almacenes en cavidades salinas concentran más del 40 % de los incidentes registrados, 27 de un total de 64. El informe apunta que en total se han registrado 61 heridos y 8 muertos en la totalidad de las incidencias. Los ocho fallecimientos tuvieron lugar en almacenes de gas en cavidades salinas en Estados Unidos. Las causas son diversas y muestran la inestabilidad de ciertos subsuelos salinos, así como la volatilidad del gas y pueden dar lugar a consecuencias catastróficas para el medio. El informe indica que hay veintisiete almacenes de estas características en Europa. En caso de construirse el de Balsareny, sería el primero en el Estado español.

Dudas e incertidumbres ante un proyecto opaco y el silencio de la Administración

Gas Natural Fenosa y el Gobierno de la Generalitat de Catalunya coinciden en definir el proyecto de almacenamiento de gas en cavidades salinas como una “infraestructura estratégica” en el área del Bages, que se utilizaría cómo “mecanismo de amortiguación” ante situaciones de emergencia en el suministro de gas como “cortes de suministro desde el origen o un aumento súbito de precios”. Lo cierto es que, según los baremos que fija el Ministerio de Industria, las reservas de gas necesarias para garantizar el suministro están cubiertas hoy en día. Cabe recordar que el negocio del gas es privado y en este sentido el proyecto parece estratégico únicamente para Gas Natural Fenosa, grupo que pertenece a la oligarquía de empresas privadas de gas en España y que suministra un producto que ha subido un 48 %, su precio desde 2005. Estamos, pues, ante una infraestructura que tiene su origen en intereses privados.

Aparte de los intereses económicos del proyecto, genera las principales dudas e incertidumbres en los apartados medioambiental y de coste ecológico. Asimismo, cabe tener muy en cuenta el riesgo sísmico real en una zona ligeramente activa, y más teniendo en cuenta el precedente de la Plataforma Castor. Por su parte, el Gobierno central sigue sin pronunciarse ante un proyecto que necesita un gran consumo de agua. En este punto surge la problemática relacionada con la legitimidad que la empresa Gas Natural Fenosa tiene al pretender utilizar el agua para su lucro y beneficio privados, un recurso natural y un bien común tan escaso en nuestro planeta. Lo cual nos plantea la pregunta: ¿Qué sucederá durante los períodos de sequía en esta zona de clima mediterráneo? No se debe olvidar que la comarca del Bages ha sufrido numerosos incidentes medioambientales derivados de la actividad minera que acumula más de 70 millones de toneladas de residuos salinos, provocando filtraciones en el subsuelo, así como la salinización de los ríos y torrentes de la zona. Tal desbarajuste ambiental, ha suscitado un profundo sentimiento ecologista entre una parte de la población desde finales de los noventa, surgiendo diversas plataformas y entidades de protección del entorno natural de la zona, cuya finalidad es reclamar a las empresas explotadoras que enmienden y minimicen los daños ambientales causados.

Los agentes políticos y sociales del territorio critican la falta de información por parte del Ministerio de Industria y el proyecto sigue anclado en las oficinas del Gobierno del Estado en tramitación administrativa desde hace dos años. ¿El caso de la Plataforma Castor tiene algo que ver con el silencio inquietante de la Administración central? Nuestra sociedad debería reflexionar sobre el hecho de si cuarenta puestos de trabajo estables son suficientes para paliar las numerosas incertidumbres que genera el proyecto.

Notas

[1] Brun, Meritxell (2014) ‘Projecte Castor» al Bages: ombres, silencis i interessos en Apunt.info http://apunt.info/index.php/seccions/seccioterritori/65-castor-al-bages

[2] Gas Natural Fenosa (2014) Actualización Almacenamiento de gas en cavidades salinas en el área del Bages http://www.gasnaturalfenosa.com/servlet/ficheros/1297145877838/2014-12Actualizaci%C3%B3n2014Berlin.pdf

[3] Aguilera, Maite (2014) Un nou ‘Projecte Castor» al Bages en Anuari Mèdia.cat http://www.media.cat/anuari/un-nou-projecte-castor-al-bages/

[5] Health and Safety Executive (2008) Failure rates for underground gas storage http://www.hse.gov.uk/research/rrpdf/rr671.pdf