Verano tras verano, la presencia de las medusas de la especie Pelagia noctiluca en las playas de Melilla es cada vez mayor, y cada vez causan más problemas a los bañistas. En este artículo hacemos un resumen de las causas de su actual sobreabundancia.

Por explicar brevemente los factores de la sobreabundancia actual de medusas, en concreto las de la especie Pelagia noctiluca, en nuestras costas, se pueden resumir en cuatro:

  • El primero sería la ausencia de depredadores, como tortugas y peces luna, por caídas accidentales en redes y palangres, entre otras causas.
  • El segundo sería la contaminación por compuestos orgánicos provenientes de la agricultura intensiva, que llegan al mar a través de los ríos; dichos compuestos orgánicos favorecen el desarrollo de los pólipos.
  • El tercero es la ausencia de la barrera de agua dulce que antaño evitaba que las medusas se acercaran a la costa; la disminución de los recursos hídricos hace que llegue mucha menos agua dulce al mar.
  • El cuarto es, cómo no, el aumento de temperaturas debido al cambio climático, que acelera el desarrollo de estos organismos.

Mientras no empecemos a corregir estos factores, las medidas contra la invasión de medusas de nuestras playas serán paliativas y poco eficaces. Para colmo, pagamos el gran trabajo de nuestros aliados naturales contra las medusas, las tortugas marinas, llenando de plásticos el mar, que confunden con sus presas y devoran hasta provocarles la muerte. Un sinsentido que simboliza nuestra actitud actual con la naturaleza. La presencia de medusas en nuestras playas es una respuesta natural a esa actitud.