Buena parte del arbolado de la ciudad de Madrid ha sufrido un trato muy inadecuado durante décadas, lo que hace que su estado actual sea muy deficiente. Ante la alarma creada por las talas relacionadas con esta situación, Ecologistas en Acción demanda al Ayuntamiento de Madrid una mayor explicación y negociación con el vecindario de las zonas donde están previstos los tratamientos más drásticos antes de acometer ninguna actuación.

Ecologistas en Acción viene recibiendo numerosas llamadas por parte de personas alarmadas en aquellas zonas de la capital –Paseo del Prado y Recoletos, Castellana, Juan Bravo, Colonia Manzanares, Virgen del Puerto, Colonia San Juan Bautista, Ciudad Pegaso, etc.– donde se están produciendo talas de arbolado urbano. Ante esta situación, esta organización ecologista quiere dejar clara su posición sobre este asunto.

Madrid es una de las ciudades del mundo con más cantidad de arbolado de alineación. Se calcula que hay 287.000 árboles en nuestras calles. Pero desde Ecologistas en Acción somos conscientes del deterioro de buena parte de este arbolado: así lo llevamos denunciando desde hace años. Ese mal estado de los árboles es la causa del aumento de accidentes con víctimas que se ha producido en los últimos años.

Las sucesivas corporaciones municipales no han asumido la gravedad de este problema y han cedido la gestión del mantenimiento –y a veces hasta la responsabilidad– a empresas del sector. Pero estas empresas han incumplido sistemáticamente los pliegos de condiciones en cuanto a la cantidad de personal y cuidados adecuados al arbolado, generando el deterioro actual: podas inadecuadas y abusivas, falta de reposición, descuido de los alcorques y riegos… Esta situación se ha agravado con los llamados Contratos Integrales, que aumentan la discrecionalidad de las empresas en cuanto a personal y trabajos a realizar. En la práctica, hoy día se cuenta con un 30-40% menos de personal y de medios para el cuidado del arbolado que hace diez años, como vienen denunciando los sindicatos.

Es difícil entender cómo, al tiempo que se talan árboles en mal estado no se extreman los cuidados para el resto del arbolado. Últimamente, los calurosos y duros veranos junto con la falta de personal se ceban en las nuevas plantaciones –sobre todo en zonas alejadas del centro– dando lugar a su deterioro o a gran cantidad de marras. Por otro lado, hay que asegurarse, algo que no está ocurriendo, que los restos de podas y talas se tratan adecuadamente en la planta de compostaje municipal de Migas Calientes, que está a un 20% de su capacidad mientras los restos vegetales se tiran en Valdemingómez.

Una parte importante de la ciudadanía desconfía del Ayuntamiento y sus gestores después de años de ninguneo y falta de participación real –cuando no ocultación u oscurantismo– en relación con el arbolado y en general con los asuntos públicos. Por mucho que pueda haber un soporte técnico para estas actuaciones, el impacto emocional y psicológico ante las talas de árboles es muy fuerte. Por eso, de modo previo a cualquier intervención en el arbolado –sobre todo en los lugares donde se prevean actuaciones más importantes– resulta imprescindible la información, negociación y concertación con el vecindario: reuniones informativas, debates, etc., donde se puedan discutir los criterios seguidos para las intervenciones y los riesgos que supone no acometerlas, acordar una graduación de las actuaciones, etc.

Ecologistas en Acción va a solicitar al Ayuntamiento una reunión de la Mesa del Árbol con urgencia, para plantear estas peticiones, y que se traslade el debate a los barrios antes de acometer ninguna actuación.