Ecologistas en Acción ha recibido las denuncias de varios/as vecinos/as de Casas de Don Antonio por la posible tala o traslado de estos tres ejemplares de plataneros de sombra, que son los únicos árboles con los que cuenta el centro la localidad, aparte del situado junto a la Iglesia. Estos especímenes llevan más de treinta años en ese lugar y nunca han causado problemas, pero ahora algunos/as residentes en la Plazuela Pedro de Lorenzo se quejan, según ha podido averiguar nuestra organización, de que las raíces de los árboles están dañando sus casas, y que los cantos de los pájaros durante la anidada les molestan. Dado que lo primero no ha podido ser demostrado, pues tras el levantamiento del pavimento no se evidencia ningún signo de que las raíces estén causando daño alguno, el segundo argumento, si es que se le puede llamar así, es el único que sigue en pie.

Teniendo en cuenta esta situación, Ecologistas en Acción quiere, por un lado, apelar al sentido común de este puñado de vecinos/as, pues sin duda la pequeña algarabía que pueden montar los gorriones durante unos minutos en el momento del atardecer no es razón fundamentada ni suficiente para retirar los árboles. A diario, debemos soportar en nuestros pueblos y ciudades ruidos, sin duda, mucho más molestos, como los de maquinaria, el tráfico u otros provocados por nuestra actividad humana. Y a diferencia de los malos humos y contaminantes que éstos producen, los pájaros sólo nos reportan beneficios: realizan un control biológico de las plagas y nos libran de los fastidiosos mosquitos y moscas durante el verano, pues se calcula que cada pájaro, en función de su tamaño, puede comer entre 3 y 6 millones de insectos al año.

Por el otro lado, apelamos también al sentido de responsabilidad y respeto que creemos debe tener todo gestor de lo público, para que consideren los beneficios de los que privarán a su pueblo con la retirada de estos árboles y para que, en contra de lo que sucede en muchos municipios de nuestra región, demuestren que no se debe tratar al arbolado como simple mobiliario urbano. La apuesta de muchos Ayuntamientos de nuestra geografía por la tala de árboles, como primera opción, en vez de la conservación de los mismos, se basa en muchas ocasiones en decisiones irresponsables influidas por el desconocimiento de los beneficios que aporta cada árbol y la mala planificación a largo plazo, lo cual hablaría de la deficiente formación medioambiental de los funcionarios públicos que se encargan de gestionar el cuidado de nuestros parques y jardines.

Entre estos beneficios que los árboles aportan a nuestras comunidades, y que nuestra organización se ve obligada a recordar, pues parece que en nuestra sociedad utilitarista es imprescindible para que un ser no humano siga teniendo derecho a la vida, podemos mencionar los siguientes: los árboles contribuyen a la biodiversidad; son el pulmón que limpia el aire que respiramos, disminuyendo en gran medida la contaminación y mejorando la calidad del aire; combaten el cambio climático; aportan sombra y reducen la temperatura, refrescando las calles y plazas en la época estival, además de dar sombra al vecindario, sus bicicletas, motos o coches aparcados; coadyuvan a mantener una salud física y mental adecuada; aminoran la violencia; se prestan como instrumento para la concienciación ecológica; nos protegen de los rayos ultravioletas; embellecen el entorno; y un sinfín de ventajas más. Además, pueden convertirse en puntos reconocidos de la comunidad, dándole al vecindario una identidad y alentando el orgullo cívico de las gentes que los cuidan y disfrutan — recordemos los llamados “Árboles Singulares” que hay en nuestra geografía y que se han convertido en una atractiva llamada para senderistas y turistas—.

Pero más allá de todo ello, queremos recordar que los árboles no son seres inertes, sino que son seres vivos, que contienen a otros seres vivos, y que todos ellos merecen un respeto. Por lo expuesto, y teniendo en cuenta las actuaciones “arboricidas” de no pocos Ayuntamientos, Ecologistas en Acción entiende que precisamos de una Ley de Arbolado Urbano a nivel regional, que plantee un protocolo de actuación justificado y estudiado, en el que la tala se contemple como última opción, y exija a los Ayuntamientos un Plan de Gestión más riguroso, con un inventario exhaustivo de los árboles; que plantee revisiones programadas, que cuente con los notables avances técnicos disponibles, y no olvide la adecuada formación de los profesionales y la concienciación de la ciudadanía.

En definitiva, nuestra organización apela al sentido común y a la responsabilidad del Consistorio de Casas de Don Antonio, y especialmente de su alcalde, para que demuestren que efectivamente son unos gestores preocupados por la conservación de la naturaleza y por la salud y bienestar de todo su pueblo, no cediendo a los caprichos y presiones de unas pocas personas que parecen entender los núcleos urbanos como lugares yermos, invadidos por el asfalto y el hormigón, y sin sitio para otros seres vivos.

Animamos también a esa otra parte de ciudadanía, la gran mayoría, que entiende que la naturaleza viva es parte fundamental de una comunidad, que nos aporta bienestar, alegría y hace que nuestros pueblos y ciudades sean lugares más vivibles, a que se organicen y movilicen en contra de este tipo de decisiones arbitrarias, asumiendo su derecho y obligación a tomar parte en las decisiones de sus Ayuntamientos, haciéndoles llegar las denuncias o comentarios oportunos, y exigiéndoles que actúen en beneficio de tod@s.