La Campaña Global para reivindicar la Soberanía de los Pueblos, Desmantelar el Poder de las Transnacionales y Poner Fin a la Impunidad que engloba a más de 200 movimientos sociales, redes, y comunidades afectadas, entre los que está Ecologistas en Acción, se opone firmemente a la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea y Ecuador.

Inmersas en el combate contra la dinámica neoliberal global del llamado “libre comercio” y, en los últimos años contra algunos tratados globales como el TTIP, TPP, CETA y TISA, no podemos dejar de pronunciarnos sobre la política de comercio de la Unión Europea y en concreto contra el TLC Europa, Colombia, Perú, al que ahora se incorporara Ecuador.

Como todos los tratados de libre comercio este tiene como fin crear un marco aún más favorable para abrir los mercados para las empresas transnacionales (ETN) y crear mecanismos coercitivos para proteger sus inversiones frente a los derechos de los pueblos y los derechos de la naturaleza, que protege la Constitución ecuatoriana.

En los últimos años el principal recurso de extracción y comercio en Ecuador ha sido el petróleo. También recursos agrícolas como el banano, o el camarón (langostino). El petróleo, debido a la forma en que se ha extraído y la despreocupación estatal, ha supuesto una tragedia ambiental y social en la Amazonía de ese país, con ríos, tierra y aire contaminados, desaparición de hábitats únicos y desaparición incluso de pueblos indígenas en su totalidad, así como de propagación de enfermedades crónicas, entre otros factores negativos.

La amenaza de esta actividad extractivista ha aumentado aún más en esta zona con el inicio de la explotación petrolera en el Yasuní, frustrando las demandas de un amplio movimiento social que solicitó la consulta popular, pero también esquivando obstáculos legales, normativas o incluso fórmulas como las reservas naturales o las zonas de protección indígena. La dinámica del “libre comercio” no hará más que acentuar estas tendencias.

Además de estas actividades, últimamente existen más proyectos en el plano energético (hidroeléctrica: represas) y minero con minas a cielo abierto, así como la construcción de infraestructuras. Todos estos proyectos son de un impacto ambiental y social tremendo y las comunidades afectadas, mujeres, ecologistas, y otros sectores sociales, ya se han movilizado por años contra ellos. Desde la Campaña Global seguimos e incluimos sus reclamos en nuestra campaña y por ello nos hacemos eco de sus sentir contrario a este TLC.

Entendemos que estos tratados sólo sirven para favorecer a las empresas europeas y a las elites de sus países, con lo cual, solo inciden en la desigualdad y la injusticia. Del lado ecuatoriano también sólo favorecerán a los más beneficiados y enriquecidos como a las grandes compañías del agronegocio, entre otras.

Ecuador era hasta hoy uno de los países de la región que había logrado mantenerse al margen de los TLC. El gobierno ecuatoriano supo recoger el impulso de toda una década de luchas y movimientos sociales contra el ALCA primero y contra los TLC con EE.UU. y la UE después, y apostar más bien por políticas de integración regional solidaria.

Con la firma de este tratado se inicia otra dinámica. Entendemos que el actual contexto económico internacional demanda nuevas soluciones, pero no creemos que esta sea la adecuada, sino que, a medio y largo plazo, como demuestran los resultados del NAFTA, más bien agudizarán todos los problemas para la economía popular, local y nacional, además de comportar una pérdida de soberanía.