Ecologistas en Acción de Ciudad Real pide al consejero de Agricultura y Medio Ambiente que cumpla con la palabra dada, no ampliando el plazo de 3 meses concedido a Quantum Minería para presentar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), archivando el expediente de explotación minera.

En noviembre, la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha envió el Documento de Alcance a la empresa Quantum Minería para la redacción del EIA referente a los proyectos de tierras raras del Campo de Montiel. Previamente, y forzada seguramente por la presión de los pueblos de la comarca, la Junta manifestó la grave amenaza que supone para la biodiversidad de la zona esta actividad, además de su inviabilidad por la escasez de recursos hídricos. Seguidamente, anunciaba a la empresa la concesión de un plazo máximo de 3 meses para las modificaciones, al fin de ajustarse a las objeciones ambientales observadas. De no cumplirse el plazo, los proyectos contemplados tendrían que ser archivados.

Las numerosas condiciones en materia ambiental y socioeconómica exigidas nos hacen temer que los 3 meses sean prorrogados, ya que la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de Evaluación Ambiental, de ámbito estatal, permite a la empresa disponer de un plazo máximo de un año para enviar el EIA al órganos sustantivo, si bien el Documento de Alcance especifica el plazo trimestral, acogiéndose a la vigente Ley de Evaluación Ambiental 42/2007 de Castilla-La Mancha.

Tras revisar los documentos demandados a la empresa y a la vista de las Consultas Previas de diversos organismos, tales como el Ministerio de Medio Ambiente, el Consejo de Seguridad Nuclear y la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Ecologistas en Acción vaticina que va a ser complicado que el promotor cumpla en tiempo y forma, obligándole a solicitar la ampliación del plazo.

Algunos de los requisitos exigidos a Quantum Minería son la realización de un informe sobre las consecuencias negativas a las poblaciones de conejo de monte (principal sustento de águila imperial y lince ibérico, en peligro de extinción), un estudio exhaustivo de las diferentes etapas vitales del águila imperial (cortejo, cría y dispersión) y los efectos que puede tener la minería de tierras raras en esta especie, y valorar las afecciones a corto plazo en el asentamiento de lince ibérico (actualmente en expansión, gracias al programa Iberlince).

Recordemos, una vez más, que uno de los mayores escollos que tiene que salvar Quantum Minería es la falta de recursos hídricos (resaltado por el Servicio General Forestal y de Espacios Naturales de la Junta y por el Ministerio de Medio Ambiente), por lo que tiene que presentar un análisis hidrológico de los caudales, atendiendo especialmente a las épocas de sequía o a la restricción en los núcleos habitados.

Se ha pedido, igualmente, acreditar el impacto radiológico en trabajadores y entorno. Preocupa la dispersión de polvo y partículas, siendo muy importante el conocimiento de los vientos dominantes para detectar las zonas más sensibles.

Se deben evaluar también los impactos en el medio socioeconómico, una preocupación creciente de los municipios afectados, atestiguada en las más de 7.500 sugerencias enviadas en la fase de Consultas Previas durante los primeros meses de 2016.