Impacto de los megaproyectos y cambio de uso del suelo.

José Luis Ordóñez, Ecologistas en Acción de Segovia, y Antonio Luna del Barco, Ecologistas en Acción de Cádiz. Revista Ecologista nº 92.

En Andalucía las desproporcionadas infraestructuras para el AVE han arrasado el suelo en nombre del interés público. Son megaproyectos que hoy sabemos están en el centro de la corrupción. Los cambios de uso de suelo para llevar a cabo estas obras han engordado los bolsillos de muchas empresas y, presuntamente, de políticos vinculados al caso Gürtel.

La supuesta bondad intrínseca que tienen las infraestructuras y el hipotético efecto multiplicador de las inversiones en grandes obras fueron los argumentos esenciales, hace 25 años, desplegados para lograr la máxima adhesión de la ciudadanía a la política del ‘todo AVE’. Una intensa campaña a la que se añadieron otros ingredientes como impulsar el deseo de velocidad, pues el tren dejaría atrás la carretera.

El papel de los megaproyectos en los cambios del uso del suelo se relaciona en este momento con la tarea que se está desarrollando en toda la Unión Europea de lograr normas para la mejora y conservación del suelo, un bien tan esencial para la vida como el aire o el agua. De ello trata el libro recientemente publicado en Sevilla y que lleva por título Los megaproyectos en Andalucía: relaciones de poder y apropiación de riqueza.

En aquella propaganda, se enfatizaba, el déficit secular que España tenía en las infraestructuras para el transporte. Déficit que aún hoy se reclama cuando sólo Estados Unidos y China tienen más kilómetros de autopistas que España y sólo China tiene más kilómetros de líneas de alta velocidad. Situación esperpéntica si se toma en consideración la enorme diferencia poblacional y territorial existente entre España y esos países.

Estaciones de tren en medio del campo

La colonización territorial partiendo de las nuevas líneas de alta velocidad se hace patente en las estaciones construidas en medio del campo, como son, en el caso de Andalucía, las de Antequera-Santa Ana y Puente Genil-Herrera. Pero la relación del ‘todo AVE’ con la burbuja inmobiliaria no se estableció sólo en estas estaciones construidas en extrañas circunstancias, sino también en las operaciones urbanísticas denominadas “integración urbana del ferrocarril”. El modelo de integración elegido se basó en la creación de sociedades y consorcios mediante convenios entre el Ministerio de Fomento y las administraciones autonómicas y municipales con la misión de gestionar las actuaciones urbanísticas y ejecutar las obras en los terrenos ferroviarios que eufemísticamente se denominaban “liberados”.

Ave en estación de Antequera-Santa Ana construida en el campo. Foto: Ecologistas en Acción.

Dichas entidades trataban de obtener el dinero para invertir en el costoso soterramiento urbano mediante la venta de los terrenos ferroviarios que se recalificaban para la construcción de edificios de viviendas de lujo, hoteles, oficinas y centros comerciales. En el Ministerio de Fomento se dice ahora que esa fórmula ha perdido vigencia y que el modelo se muestra agotado, dada la situación del ámbito inmobiliario, pues los soterramientos son operaciones muy costosas e inasumibles financieramente.

El caso de Puerto Real (Cádiz), con una población de 41.000 habitantes, ejemplifica bien estos procesos. La eliminación del trazado urbano del ferrocarril mediante su enterramiento fue en este caso promovida en 2002 por una plataforma vecinal, con la oposición inicial del gobierno municipal debido al coste que supondría para el municipio. Finalmente, Ministerio, Junta y Ayuntamiento llegaron a un acuerdo en 2007, con un reparto financiero del 60/20/20 del coste de la obra, que fue adjudicada a las constructoras Azvi y Sando, en 2008, por 46 millones de euros.

Tras dos años de paralización de la obra por impagos, la firma de un nuevo convenio entre las partes en 2012 y 54 millones de euros de inversión final, el soterramiento y la nueva estación se inauguraron a finales de 2013. La operación dejó al municipio una deuda de 10 millones de euros sin expectativas de poder ser compensada porque el valor de las parcelas generadas con el enterramiento, que aún no han encontrado destino, no debe alcanzar ni la mitad de la deuda.

Puertas giratorias

Por otro lado, las relaciones entre empresas, administraciones públicas, empresarios y funcionarios se han visto salpicadas durante las fuertes inversiones en alta velocidad por las puertas giratorias. Estas dos palabras designan de forma coloquial el hecho de que altos cargos públicos pasen a trabajar en empresas privadas produciendo conflictos de interés entre la esfera pública y la privada, a beneficio del empresariado privado y en perjuicio del interés público. Esas relaciones también se han visto afectadas por la corrupción de los casos Gürtel y Bárcenas, donde han estado imputadas numerosas empresas constructoras, como las andaluzas Azvi, de Sevilla, y Sando, de Málaga.

Por la puerta giratoria, Manuel Pérez-Beato de Cos, consejero de Dragados desde 2011 (empresa del Grupo ACS) y presidente de la Asociación de Empresarios Ferroviarios Privados, pasó de ser, en 1993, el director de AVE, en Renfe, a subdirector general de Vías y Construcciones, también del Grupo ACS, en 1994, donde llegó a ser presidente y consejero delegado. Antes, Pérez-Beato fue director de Obras de Alta Velocidad de Renfe y posteriormente director de Construcción del AVE, entre 1986 y 1992. Y, mientras la Dirección General de Ferrocarriles del Ministerio de Fomento dirigía las obras del Nafa (Nuevo Acceso Ferroviario a Andalucía) Madrid-Córdoba, Pérez-Beato dirigió las obras, en nombre de Renfe, de la nueva doble vía de alta velocidad desde Córdoba a Sevilla.

En pleno caso Gürtel-Bárcenas ha estado el empresario Alfonso García-Pozuelo, que trabajó en Renfe a las órdenes de Pérez-Beato como jefe de Ingeniería Civil hasta 1990 y luego fue dueño de Constructora Hispánica. García-Pozuelo estudió en la Universidad de Madrid y fue compañero de clase de Francisco Álvarez-Cascos. Este empleado público de Renfe, y luego empresario privado de la construcción, en 2010, reconoció su vinculación con la Gürtel y pagó una deuda de 20 millones de euros que tenía la empresa Constructora Hispánica con Hacienda. También ha sido uno de los beneficiarios de la condonación de sanciones por deuda tributaria que promovió el ministro Cristóbal Montoro en 2012 y que se conoce como la amnistía fiscal. Junto a García-Pozuelo, en el caso Gürtel, han figurado también como imputados otros empresarios: José Luis Sánchez Domínguez (Sando), Manuel Contreras (Azvi), José Mayor Oreja (FCC), Miguel Villar Mir (OHL) y Luis del Rivero (Sacyr). Los principales pagadores, según los papeles de Bárcenas, fueron los constructores andaluces José Luis Sánchez Domínguez, Sando, 1,25 millones de euros, y Manuel Contreras, de Azvi, con 858.000 euros.

Sin embargo, a mediados de abril de 2015, el juzgado correspondiente, por indicación de la Fiscalía Anticorrupción, cambió la situación judicial de estos empresarios de la construcción como “consecuencia de la ausencia, por el momento y a tenor del conjunto de las diligencias, de indicios suficientes para considerar acreditada su participación en los hechos investigados”. En este sobreseimiento se incluye también a María Dolores de Cospedal y a Ángel Acebes, ambos secretarios generales del PP, de 2008 hasta la actualidad y de 2004 a 2008, respectivamente. La Fiscalía, en referencia a estos empresarios, destaca la ausencia de “vinculación o relación” entre los supuestos “donativos” al PP y las adjudicaciones que habrían recibido las empresas constructoras, basándose en un informe de la Intervención General del Estado de noviembre de 2014.

Sobornos y dinero público

En torno al AVE también han existido otros procesos judiciales por supuestos sobornos como el instruido en Barcelona, en 1999, sobre el posible cobro de comisiones ilegales para financiar al PSOE mediante contratos para la construcción de líneas de alta velocidad, donde aparecieron referencias a la empresa fabricante de trenes GEC-Alsthom, ahora Alstom, ya que se dictó por el juzgado una providencia anunciando el envío de una comisión rogatoria a Francia para tratar de obtener un contrato firmado por esta empresa gala.

La construcción de infraestructuras, o inmobiliaria, presentada en nombre del interés general, busca la extracción y apropiación de riqueza en beneficio de una minoría, de un 1 %, que utiliza para ello situaciones privilegiadas de simbiosis entre poder económico y poder político. Esta actividad muestra la distancia entre el discurso de la producción de riqueza que trae la prosperidad y el bienestar colectivo, y la realidad de que los movimientos del dinero suponen cada vez más una apropiación por parte de unas pocas personas de la riqueza ya existente. Son formas de apropiación, que no de creación, y no son anecdóticas, ni suponen una anomalía del sistema, si no que se han instalado como la forma de acumulación de capital que caracteriza la etapa que vivimos. Son formas especulativas que están sosteniendo en gran medida la reproducción del sistema.

En el caso de Andalucía, las grandes obras de infraestructuras, grandes operaciones urbanísticas y, en general, los megaproyectos se contextualizan en una situación de precariedad económica y social que, en lugar de servir para despertar una conciencia crítica que cuestione la necesidad y conveniencia de semejantes inversiones públicas, o de sus costes sociales y ambientales, promueve una mayor complacencia de la sociedad, que en otros territorios, hacia este tipo de proyectos. Incluso, más allá de la mirada complaciente, los megaproyectos son mitificados, vistos como los elementos fundamentales que posibilitan el progreso y el desarrollo de la sociedad, y dejan con ello de ser cuestionados en términos de función, objetivo y efecto, es decir, dejan de someterse a la necesaria evaluación social de si son adecuados para solucionar el problema o la necesidad para la que se plantean.

Once ejemplos de megaproyectos que han hipotecado a la ciudadanía andaluza
  • Macrourbanización Los Merinos Norte, Ronda, Málaga
  • Autopista Iznalloz-Darro, Granada
  • Embalse Los Melonares, Sevilla
  • Metro de Sevilla
  • Hotel El Algarrobico, Almería
  • Dragado profundo del Guadalquivir, desde desembocadura hasta Puerto de Sevilla
  • Mina de Cobre Las Cruces, Sevilla
  • Metro de Málaga
  • Medina Elvira Golf, urbanizando la Vega de Granada
  • Anillo Ferroviario de Bobadilla-Antequera, Málaga
  • Puente de la Constitución de 1812, Cádiz