En los últimos tres años, desde que se aprobó la ley 5/2013 de 11 de junio, que transponía la directiva europea 2010/75/UE, la ley que obliga a las administraciones públicas a la realización de inspecciones integrales y documentales a las actividades con Autorización Ambiental Integrada (AAI), se han venido incumpliendo los programas anuales de inspección ambiental para este tipo de actividades, entre las que se encuentran las más agresivas para el medioambiente, como las petroquímicas, los atomizadores, las esmalteras, las plantas de generación electrica, las cementeras.

De las 196 inspecciones que se debían realizar en 2014, solo se realizaron 40, al menos son las que aparecen en la web de la Conselleria.

De las 171 que se debían realizar en 2015, solo se realizaron 32, 40 según la Conselleria, aunque 32 son las que constan en la misma web de esa Conselleria.

Pero el incumplimiento más flagrante es el de 2016, puesto que de las 191 inspecciones a realizar solo se realizaron 8, esas son las que constan en la web de la Conselleria, lo que dice poco de la voluntad de control de esas actividades altamente contaminantes por parte de la administración autonómica.

No sirve la justificación reiterada por parte de la anterior y de la actual dirección de la administración autonómica competente, de falta de recursos económicos y de personal. La Directiva Europea exige la adecuación presupuestaria y de recursos humanos para garantizar la realización de las inspecciones: “(26) A fin de asegurar la aplicación efectiva y el cumplimiento de la presente Directiva, los titulares deben informar regularmente a la autoridad competente sobre el cumplimiento de las condiciones del permiso. Los Estados miembros velarán por que tanto el titular como la autoridad competente tomen las medidas necesarias en caso de incumplimiento de la presente Directiva, así como por el establecimiento de un sistema de inspecciones ambientales. Los Estados miembros deben velar por que se disponga de suficiente personal con los conocimientos y titulación necesarios para llevar a cabo las inspecciones con eficacia.

Con este párrafo, la Directiva deja bien claro que no valen excusas, el control debe ser eficaz, algo que es evidente que no se cumple, al incumplir los objetivos fijados, dejando que muchas de las actividades industriales altamente contaminantes sigan sin control real, afectando a los vecinos de muchos municipios donde se ubican estas industrias, que se ven afectados por los contaminantes primarios, como partículas NOx, NO2, hidrocarburos aromáticos, etc, incluso otros más lejanos afectados por los secundarios producto de los primarios emitidos, como es el ozono, producido por la reacción de los óxidos de nitrógeno (NOx) y de COV, que afecta al interior de la provincia de Castellón, Valencia y Alicante, emitidos desde las industrias instaladas en zonas más cercanas a la costa, que acaban afectando a los pueblos de interior en verano, como se puede comprobar en los datos de las estaciones de medición de la calidad del aire de toda la Comunidad.

Es hora de dejarse de excusas. Llevamos más de 15 años oyendo las mismas. El control de las emisiones industriales contaminantes es un elemento indispensable para evitar la contaminación atmosférica, de nuestro aire, también del agua y de los suelos. Doten de personal y presupuesto al departamento de Inspección, renueven a sus responsables y pongan al frente de este departamento a técnicos y funcionarios que sepan y quieran trabajar a pesar de las presiones que algunos grupos económicos ejercen para evitar que se sancionen las actividades que incumplen la ley.

Plataforma Ciutadana No a la Contaminació – Ecologistes en Acció