Por si esto no fuera suficiente, parte de la roturación incluye dos tamos de caminos públicos y un cauce público, lo cual supone infracciones añadidas.
Ambas organizaciones advierten que los terrenos roturados eran antiguos cultivos extensivos de cereal de secano y barbechos, que mantenían algo de vegetación natural en linderos, caminos y cauce, incluyendo numerosos ejemplares de Palmito (Chamaerops humilis) especie protegida en nuestro territorio [1].
Además de suponer el aumento de consumo de agua en la zona, y de una mayor contaminación del medio (suelo y agua) por aporte de nutrientes y productos químicos, este tipo de roturaciones industriales que allanan grandes superficies sin respetar linderos ni setos, provocan una mayor escorrentía de aguas al Mar Menor, aportando más nutrientes y sedimentos a la laguna, cuyo ecosistema está en crisis a pesar de las múltiples figuras legales de protección que ostenta.
Pero nada de ello ha impedido que esta actuación se llevara a cabo sin pasar ningún tipo de Evaluación de Impacto Ambiental, que le es preceptiva, y máxime por la zona en la que se encuentra y sus efectos negativos sobre un espacio protegido y muy amenazado como es el Mar Menor.
Para la FAVCAC y Ecologistas en Acción es inaceptable que en nuestra región se sigan transformando terrenos a nuevos regadíos para la agroindustria, cuando por otro lado no deja de pedirse más agua para “salvar” el regadío existente, lo que además afecta negativamente a los pequeños regadíos ya consolidados.
Y sobre todo, que esto se haga en el entorno del Mar Menor, que está en una situación muy alarmante, en buena parte debido a estos aportes de nutrientes de los nuevos regadíos industriales desarrollados en los últimos lustros.
Por ello, ambas organizaciones solicitan la paralización y la reposición a su estado original, así como que se revise el estado del regadío en todo el campo de Cartagena, y se impongan medidas agroambientales para minimizar los impactos de esta actividad en el Mar Menor.
[1] El Palmito está incluido en el Cátalogo Regional de Especies Amenazadas de la Región de Murcia (Decreto 50/2003, BORM núm. 131) con categoría «De interés especial».