La Plataforma andaluza contra las bases y contra la guerra, protagonizó un acto lúdico donde los protagonistas no fueron aviones sino cometas; también fue un acto de denuncia de todo lo que se esconde tras el “festival” aéreo que supuestamente debería divertir a la ciudadanía, pero que se convirtió en una actividad peligrosa y contaminante, en una apología de las máquinas de guerra y en un despilfarro de miles de euros, mientras la gran mayoría de la población gaditana sigue viviendo bajo los efectos de una enorme crisis económica.

En medio de un ruido ensordecedor, decenas de aeronaves simulaban ser juguetes de guerra que dibujaban corazones y realizaban peligrosas piruetas como bajar en picado a enorme velocidad y en el último segundo sobrevolar la ciudad de Rota. “¿Y si se cae alguno?”, se preguntaba un anciano roteño no muy convencido con el espectáculo.

Mientras tanto, en una plaza donde se sufría el ruido ensordecedor y las peligrosas piruetas, unos niños jugaban con cometas y un grupo de ecologistas y pacifistas mostraban carteles con frases como “Menos gastos militares y más gastos sociales”. De fondo sonaban canciones pacifistas de Bob Dylan, la famosa canción de “Bienvenido Mr. Marshall” o el poema de Alberti: “Rota, ¿dónde están tus huertos?…”.

El día anterior, el alcalde roteño había pedido al rey que alguna vez visite la ciudad y no solo las instalaciones militares, y recordaba que Rota vive bajo servidumbre militar y que el empleo que da la base es cada vez menor.

Si los poderosos, en lugar de apoyar economías de guerra y para la guerra, apoyasen alternativas económicas ecológicas y sostenibles en la zona, seguro que disminuiría el apoyo a estos despliegues de fuerza militar en la provincia con más paro, y la más militarizada de España.