Ni la regasificadora de El Musel; ni el resto de las infraestructuras gasistas propuestas para nuestro país; serían necesarias en las próximas décadas en ninguno de los escenarios estudiados en un informe encargado por la Comisión Europea y recientemente publicado.

Esto es lo que se deduce del “Estudio de seguimiento de la estrategia de GNL y su almacenamiento” [1] publicado por la Dirección General de la Energía de la Comisión Europea. El estudio; y bajo los escenarios que se han tenido en cuenta; asegura que la infraestructura europea puede satisfacer las necesidades del sistema de gas incluso bajo las perturbaciones más extremas y en los que ni España ni Italia participarán de las previsiones de incremento de uso esperado.

El documento indica que la utilización de los terminales [2] de GNL en Europa es muy diverso, pero en general baja para el 2016 (0 %-36 %), con las terminales italianas y griegas mostrando las cifras más elevadas. En cuanto a las previsiones futuras, las cifras anuales de utilización muestran un aumento sustancial de 2020 a 2025 con las terminales lituanas, polacas y portuguesas duplicando su cifra de utilización y las de Turquía triplicándola. También empezarían a recibir más cargas las terminales en Bélgica, Francia y el Reino Unido si el suministro global de GNL fuese alto y es el único caso en el que la terminal holandesa, muestra una utilización más significativa (25 %) [3]

Un escenario de alto nivel de suministro de GNL también sería beneficioso para los terminales de GNL turcos, polacos y croatas, pero España, además de Grecia, Portugal, Italia y Malta no responden a este escenario por lo que continuarían con un grado de utilización del GNL del 20 % hasta el 2020 e incluso menor para el 2025. Si tenemos en cuenta que en estos escenarios no se ha tenido en cuenta la regasificadora de El Musel, su puesta en marcha, además de injustificada, supondría incurrir en costes añadidos que incrementarían el “nuevo déficit de tarifa,” el del gas.

En cuanto a la utilización de instalaciones de almacenamiento subterráneo; a pesar de que el documento reconoce que desempeñan un papel importante al proporcionar flexibilidad estacional al mercado europeo; el estudio muestra que está disminuyendo con el tiempo (7 % en la UE28) a pesar de las actuales obligaciones de almacenamiento en vigor en muchos países y que según “los resultados de los modelos no se proyecta un futuro optimista para estos almacenes” ya que muestran una caída general en su uso y que, en el caso de los almacenes subterráneos españoles, supondrá pasar del 100 % actual al 89 % en el 2025. Esto pone en cuestión la necesidad de nuevos proyectos, como es el caso de los almacenamientos de gas natural de Doñana, al añadir a los impactos geológicos, sociales y ambientales, el que sea totalmente innecesario.

Para los proyectos de gasoductos en la Península Ibérica no mostraron buenos resultados en ninguno de los escenarios probados, con el 3er Punto de Interconexión Portugal-España sin flujos en ninguno de ellos, excepto en el caso del escenario EUCO30 [4] con una oferta global de GNL baja, y con la Interconexión Francia-España (Midcat) en la que no hay flujo para el 2025 con el escenario de alta oferta de GNL y que se utilizaría sólo en la dirección de Francia a España en enero en el escenario bajo de GNL y en el pico de 7 días (cuando el mercado “al contado” de GNL no pudiese llegar a España durante una semana)

Ante esta situación, desde Ecoloxistes n’Aición d’Asturies denunciamos que se siga insistiendo en la puesta en marcha de proyectos que innecesarios; y que en el caso de la Regasificadora de El Musél es además ilegal; simplemente por el intento de las industrias Energéticas, con la complicidad de unas políticas energéticas nefastas, de intentar frenar el desarrollo de las energías renovables, unas energía que, además de fomentar la autonomía energética, tendrían un gran potencial para crear empleo.

Notas

[1] Follow-up study to the LNG and storage strategy” Escrito por Borbála Takácsné Tóth (REKK ), Adrienn Selei (REKK), Péter Kotek (REKK), Ákos Beöthy (REKK) David Layton (Tractebel ) Peter Cameron (Energy Markets Global ), Abdul Jalil Jumriany (Energy Markets Global)

[2] Se refiere a terminal de gas natural licuado es cualquier estructura para almacenar el gas natural licuado. Puede incluir tanques especiales, barcos o incluso estructuras de construcción. Las infraestructuras portuarias y las tuberías también forman parte de los terminales de GNL. Los terminales de gas natural licuado se pueden dividir en dos tipos: terminales de licuefacción y terminales de regasificación o terminales de recepción.

[3] Ahora es la que tiene la tasa de utilización más baja de Europa, del orden del 9,4 %

[4] EUCO30: Un escenario que alcanza el objetivo de reducción de las emisiones de GEI de al menos el 40 % (con una reducción del 43 % / 30 % en 2030 en comparación con 2005), un 27 % de energías renovables y un objetivo de eficiencia energética del 30 % en comparación con las proyecciones de referencia de 2007.