Ben Magec-Ecologistas en Acción crítica el proyecto del Parque Nacional de Caldera de Taburiente de la construcción de 20 puentes colgantes dentro del Parque y en sus acceso por el barranco de Las Angustias.

Con el pretexto de hacer La Caldera más segura, para lo cual no han dudado en argumentar valiéndose de la víctima mortal de hace 5 años, se aprueba la realización de un proyecto que prevé la instalación de 20 puentes colgantes dentro del parque y en sus accesos por el Barranco de Las Angustias.

Esta opción, la más cara, la más impactante, y a nuestro juicio la más peligrosa, fue elegida entre varias opciones entre las que se encontraba la posibilidad de impedir la entrada de turistas en La Caldera en situación de alerta meteorológica, opción defendida por el representante de Ben Magec-Ecologistas en Acción en el Patronato.

El Parque Nacional de Caldera de Taburiente es sobre todo una cuenca de erosión pluvial de primera magnitud, donde las lluvias torrenciales, riadas, fuertes vientos y desprendimientos son relativamente frecuentes. Orientación abierta a las borrascas del SO, fuertes pendientes, la inestabilidad del terreno (agravada por la deforestación producida por el arruí introducido), y su altura (2400 m). En definitiva, tiene muchas condiciones favorables para que allí se puedan producir estos fenómenos.

Sin embargo, la administración del parque está más pendiente de cumplir objetivos, concretamente aumentar las visitas, que de la propia seguridad de las personas.

Unos puentes que supuestamente se construyen para facilitar la evacuación de las zonas peligrosas, en realidad lo que hacen es facilitar el acceso a esas zonas, aumentando la confianza de los visitantes y la pérdida de respeto al peligro. En caso de lluvia torrencial, fuertes vientos, o desprendimientos, habría más personas expuestas a un peligro real para sus vidas.

Podemos poner el ejemplo de lo que ocurrió al paso de la tormenta tropical “Delta” por La Palma. Por mucho puente que hubiera instalado, los pinos igualmente caerían peligrosamente sobre los senderos sucumbiendo a vientos de más de 200 Km./h (se registraron rachas de 325 Km./h). Milagrosamente no hubo que lamentar víctimas, pero hay que denunciar que ese día se permitía la entrada a La Caldera. La tarde anterior, cuando ya estaban todas las alertas activadas, nuestro representante en el Patronato pasó por el centro de visitantes como un turista más preguntando si al día siguiente podría entrar de excursión al Parque, y la respuesta fue afirmativa, lo que se hizo saber al director.

Bem Magec-Ecologistas en Acción considera que con los métodos de pronóstico meteorológico, cada día más precisos, y conociendo la naturaleza de La Caldera, lo más económico, ecológico, y sobre todo, más seguro para las personas, es dejarla tan hermosamente inhóspita como es, y no convertirla en una ratonera para personas con los puentes como cebo.