Bajo el lema «No perdamos el Norte» diversos colectivos y vecin@s de Alcorcón agrupados en la plataforma «Stop Área Norte» participaron el pasado sábado 25 de febrero en el desfile de charangas de carnaval, que partió a las 17 horas desde la calle Mayor del citado municipio. Dicha participación supuso la presentación en público de la plataforma «Stop Área Norte», integrada por los colectivos Asociación Ciudadana de Alcorcón Castilla Comunera, Centro Social Okupado El Desguaze, Centro Social Okupado Eskuela Taller y Ecologistas en Acción Madrid Suroeste. La plataforma «Stop Área Norte» nace con vocación de generar un debate público sobre el modelo de ciudad al que se aspira, reivindicando la democracia participativa, la defensa de los intereses públicos y el respeto al medio ambiente, elementos todos ellos que a su juicio no se dan en el desarrollo urbanístico de la denominada «Área Norte”.

La charanga “No perdamos el Norte” reivindicó tanto el rechazo a perder bajo toneladas de asfalto y cemento del norte de Alcorcón (la única zona sin urbanizar del municipio), como la necesidad de caminar hacia una sociedad humana libre y equitativa, en armonía con el entorno natural, en la que se supediten los intereses lucrativos del mercado a las necesidades sociales y medioambientales. A pesar del mal tiempo reinante, que a punto estuvo de suponer la suspensión del desfile, y a pesar de la censura que desde el Ayuntamiento se realizó cambiando el nombre de la charanga por el de “No perdemos el Norte” tanto en el programa de carnaval como en la presentación de la charanga en el Polideportivo Los Cantos, la charanga transmitió la idea de insostenibilidad de la urbanización del Área Norte (mediante un entierro del medio ambiente), así como la supeditación tanto de los gobernantes del PP como de los del PSOE a intereses privados especulativos (representando una cena ofrecida por las entidades privadas Club Atlético de Madrid, Metrovacesa, Acciona Inmobiliaria,… entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana).

Para los integrantes de la plataforma «Stop Área Norte» el desarrollo urbanístico del norte de Alcorcón responde a los intereses especulativos inmobiliarios del Club Atlético de Madrid y de los propietarios del suelo del Norte de Alcorcón (entre los que se incluyen más de 30 entidades inmobiliarias tales como Metrovacesa, Urbanizadoras Valdepolo, Acciona Inmobiliaria, Vallehermoso,…), que en 2004 crearon la Comisión Gestora Ciudad Norte. Bajo la presión de estos intereses privados se ha conseguido tanto en la anterior legislatura municipal encabezada por el PP como en la actual encabezada por PSOE-IU promover una revisión del Plan General de Ordenación Urbana de 1999, recalificando suelos protegidos por su valor natural, forestal y paisajístico.

Por otra parte, el «Área Norte» lejos de ser un proyecto social y medioambiental avanzado presenta serias limitaciones en ambos ámbitos, pues la construcción de un 60 % vivienda protegida (sólo un 10 % más de la exigida por la vigente ley del suelo de la Comunidad de Madrid) únicamente supone un parche para el cumplimiento del derecho constitucional a una vivienda digna, ya que el encarecimiento de las viviendas de protección y la especulación con las mismas imposibilita el acceso a la vivienda de los sectores más necesitados, siendo necesaria una mayor apuesta por la vivienda en alquiler y la puesta en uso de viviendas vacías. Igualmente, según la plataforma «Stop Área Norte», la creación de un anillo verde rodeando los nuevos desarrollos urbanos no supone una apuesta por un desarrollo sostenible ya que no cuestiona la falta de necesidad de construir más, con todas las ingentes cantidades de materia y energía que exige la construcción.

Por todo ello, desde «Stop Área Norte» recuerdan que los principios de un urbanismo sostenible pasan por contemplar la vivienda como un bien de uso y no de cambio, por evitar la urbanización de nuevos suelos mediante la puesta en circulación del importante parque de viviendas infrautilizado (en Alcorcón existen más de 8.500 viviendas vacías o de segunda residencia) y en apostar por la participación ciudadana en la planificación urbanística.