El Plan de Infraestructuras del Transporte de Cataluña
(PITC) es un plan desarrollista, centrado en la construcción
indiscriminada de infraestructuras de alta capacidad y alta velocidad,
que responde a un viejo planteamiento, ya abandonado en muchos países de
nuestro entorno, que consiste en pensar que los problemas de movilidad
se solucionan construyendo más infraestructuras, olvidando que muchas
veces son generadoras de problemas más graves y no, como plantea el
plan, su solución.

En este sentido, Ecologistes en Acció considera que los puntos más
problemáticos del PITC son los siguientes:

- Es un plan que sigue potenciando el ya fuerte crecimiento del
transporte por carretera (más del 3% anual), con la construcción de
1.500 km nuevos de autovías, dando un nuevo impulso a la motorización,
al aumento de los viajes en coche y de las distancias recorridas por los
mismos, acentuando de esta manera los problemas ambientales y la
ineficacia del propio sistema de transporte. Con ello olvidan que
Cataluña, con 1.104 km de vías rápidas, no tiene déficit de este tipo de
infraestructuras, sino que en la actualidad su densidad de red es muy
superior a la media española y europea: 27,6 km/1.000 km2 (España: 17,9
y media UE-15: 15,9). Si la relacionamos con la población, Cataluña
también se sitúa por encima de la media europea con 16,2 km/100.000
habitantes (UE-15: 13,6), pero por debajo de la española, que con 22,9
está a la cabeza de la UE, sólo superada por Luxemburgo. Si se llevan a
término las actuaciones previstas en este plan Cataluña habrá superado a
todos los países europeos, ya que sólo el estado español tiene unos
planes de construcción de infraestructuras tan megalómanos como el PITC.

- Las inversiones en ferrocarril se destinan sobre todo a la
construcción de líneas de alta velocidad ferroviaria. Se construirán 800
km de este tipo de vías, frente a sólo 300 de nuevas vías
convencionales, con una inversión que supone más de la mitad de toda la
que se prevé para el ferrocarril (incluyendo las inversiones del PDI que
ya se están ejecutando en el metro y tranvía de Barcelona). Si dejamos
aparte este plan, más del 80% de las inversiones prioritarias van para
las líneas de alta velocidad, dejando para el futuro la mejora de la red
convencional si hay presupuesto.

- El PITC no apuesta por el transporte público, olvida los graves
problemas de conexión en transporte público de numerosas poblaciones de
Cataluña, la saturación de las cercanías en el área metropolitana de
Barcelona y la urgente necesidad de incrementar la circulación y el
aumento de trenes y servicios. También se olvida del autobús y la única
actuación que plantea, la construcción de carriles bus-VAO en algunas
vías de acceso a Barcelona, no es una actuación prioritaria y se sigue
posponiendo a pesar de necesitar un presupuesto ridículo si la
comparamos con las megalómanas infraestructuras que se construirán
prioritariamente.

- No se tienen en cuenta los graves impactos ambientales que tendrá
sobre el territorio, el consumo de energía y la atmósfera. La
Evaluación Estratégica Ambiental está planteada para justificar la
inversión en carretera y no para medir los impactos que supondrán estas
nuevas vías. En este sentido, Ecologistes en Acció consideramos
especialmente inaceptables los siguientes aspectos:

- No se evalúan los impactos sobre el paisaje y la biodiversidad, a
pesar de que las nuevas infraestructuras afectarán a 27 espacios de
interés natural, repartidos por toda la geografía del país, de los
cuales 9 gozan de figuras de protección. En este sentido, el Plan hace
caso omiso de la legislación ambiental vigente y de las Directivas
europeas que establecen la obligatoriedad de incluir los impactos sobre
la red Natura 2000 en el informe de sostenibilidad ambiental de
cualquier plan o programa de infraestructuras que los afecten. Asimismo,
la Directiva Hábitat obliga a los estados miembros a evitar la
degradación de cualquier espacio protegido (red Natura 2000) y establece
que únicamente se considerará la ejecución de proyectos que afecten
negativamente a estos espacios si no existen alternativas posibles y
bajo supuestos de excepción.
Otro elemento a tener en cuenta en este sentido es el efecto barrera que
tienen las infraestructuras y la ruptura de los corredores biológicos
entre diferentes ecosistemas por la construcción de nuevas
infraestructuras, lo que provocará el empobrecimiento biológico y la
pérdida de biodiversidad de los ecosistemas afectados.

- El impacto sobre el consumo de energía y las emisiones de CO2 no se
evalúan convenientemente ni se establecen objetivos concretos de
reducción de acuerdo con lo pactado en el Protocolo de Kioto. Hay que
tener en cuenta que la construcción de nuevas autovías aumentará la
cantidad y longitud de los viajes en coche, principal causante de las
emisiones de CO2 procedentes del transporte, y que es el sector donde
más crecen (un 56% entre 1990 y 2015 según el Pla d'Energia de
Catalunya), lo que hace urgente un plan de transporte que incluya
objetivos concretos de reducción de emisiones, para adecuarse a los
compromisos internacionales.

- No hay referencia a la contaminación atmosférica y acústica producida
por el transporte y a los problemas de salud que esta contaminación
provoca, a pesar de la declaración de atmósfera contaminada en 40
municipios del área metropolitana de Barcelona. El PITC, pese a ello, no
establece objetivos concretos de cumplimiento de la legislación vigente
en temas de calidad del aire.

Por todo ello, Ecologistes en Acció de Catalunya proponemos:

- La retirada del PITC y la redacción de un Plan de Movilidad con
objetivos concretos de reducción de la movilidad motorizada en vehículo
privado.

- El establecimiento de una moratoria a la construcción de nuevas vías
de gran capacidad y alta velocidad (autovías, autopistas y líneas
exclusivas de alta velocidad ferroviaria).

- Considerar prioritaria la mejora del transporte público que se ha de
convertir en el eje del Plan de Movilidad, lo que supone la mejora de
los servicios de autobús, la construcción de carriles-bus en las
carreteras de acceso a las grandes poblaciones, la mejora de la red
ferroviaria existente y de la calidad y gestión del ferrocarril,
favorecer la intermodalidad, la construcción de nuevas líneas
ferroviarias en zonas con problemas de congestión y actuaciones
destinadas al transporte de mercancías para favorecer el cambio modal de
la carretera al ferrocarril.

- Introducir criterios ambientales en la planificación de la movilidad,
que incluyan los impactos sobre el paisaje y la biodiversidad, objetivos
de reducción de las emisiones de CO2 y de la contaminación atmosférica y
acústica procedente del transporte y de la siniestralidad según los
parámetros introducidos en los países europeos más avanzados en este
aspecto.

- Crear un Observatorio de la Movilidad que evalúe el cumplimiento de
los objetivos ambientales señalados y proponga medidas para adecuar la
movilidad a criterios de sostenibilidad ambiental, eficiencia económica
y utilidad social.

- A·legacions completes al PITC