En su momento, el Grup Ecologista Maigmó (GREMA)-Ecologistes en Acció, mostramos nuestra satisfacción por la noticia de las negociaciones para el traslado de la cementera de Sant Vicent del Raspeig en el plazo de 3-5 años. Por fin, y tras años de reivindicaciones sociales y movilizaciones ecologistas, se reconoció que la actividad de la fábrica de cemento blanco de Sant Vicent (fábrica “vieja”) era perjudicial tanto para el medio ambiente como para la salud de la población. Recordemos que esta factoría está dentro del casco urbano de Sant Vicent del Raspeig. Pero, por otro lado, queremos alertar de los riesgos que está planteando esta nueva situación.

Pensamos que el cierre de esta factoría no responde ni al interés de la administración pública (Ayuntamiento, Generalitat) ni al de la multinacional CEMEX, por la salud de la población, si no que responde a un gran negocio, como ya nos tienen acostumbrados. Decimos esto ya que después de más de un año de negociaciones entre los sindicatos, CEMEX y el Ayuntamiento de Sant Vicent del Raspeig, éste está dispuesto a que los terrenos donde está emplazada la factoría se recalifiquen, en el nuevo P.G.O.U., de industrial a urbano, para que CEMEX pueda “financiar los costes derivados del cese de la actividad” con la venta del suelo. Es decir, especulación urbanística pura y dura.

Por otro lado, en la legislación vigente sobre Control Integrado de la Contaminación se exige, que las industrias cementeras, entre otras, obtengan para poder mantener su actividad una Autorización Ambiental Integrada antes del año 2007. Esto implica que la fábrica de cemento blanco de Sant Vicent debería contar con la tecnología más avanzada para el control de la contaminación y la protección de los trabajadores y la población circundante. Pero CEMEX, cuando se anunció este traslado hace más de un año, ni siquiera había comenzado los trámites para solicitar esta Autorización Ambiental Integrada para la cementera de Sant Vicent, ya que, obviamente su intención era cerrarla. Es decir, CEMEX estaría obligada a realizar costosas inversiones económicas, que en su estrategia empresarial no se contemplan de ningún modo, ya que no le compensan. Pero a lo largo de este año, y en el marco de las “negociaciones” con la corporación municipal, ya ha comenzado los trámites para obtener la Autorización Ambiental Integrada.

Por tanto, nos mostramos sumamente preocupados por el estado en que se desarrollará la actividad cementera hasta el año 2007 (como mínimo), ya que las expectativas apuntan a más de dos años de una intensa sobrecontaminación atmosférica por parte de la fábrica. Todo esto debido a que se mantendrá el proceso productivo de cemento blanco en una factoría con sistemas de filtrado obsoletos o inactivos, para que CEMEX obtenga el máximo rendimiento económico antes del cierre de esta factoría de Sant Vicent del Raspeig. Recordemos que con este cierre, de llevarse a cabo, una vez más CEMEX saldrá muy beneficiada económicamente a expensas de toda la ciudadanía. Esto es una tónica en su relación con la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Sant Vicent. Cuando incineran residuos les pagan por ello y, además, se ahorran el combustible. En este caso, con el cierre de esta factoría, el negocio vendrá por la gran operación urbanística que hay detrás, con la recalificación de suelo de industrial a urbano.

GREMA-Ecologistes en Acció, exigimos un debate ciudadano sobre el futuro uso de los terrenos de la fábrica de cemento blanco de Sant Vicent, en el contexto de la redacción del nuevo P.G.O.U. Nuestra propuesta sería:

- Cerrar inmediata y definitivamente la fábrica de cemento blanco de Sant Vicent del Raspeig.
- Recolocar a los trabajadores en las numerosas factorías que CEMEX posee en la comarca: fábrica de cementos de la Serreta Llarga (Alicante) y las plantas de envasados, morteros y hormigones de Rabassa (Alicante) e Immediacions (Sant Vicent); ya que esta es una obligación social de la empresa CEMEX.
- Implantar en los terrenos ocupados por la fábrica zonas verdes (parques, jardines…), convirtiéndolos en el gran pulmón de la zona oeste del casco urbano.
- Promover, también, en los terrenos ocupados por la fábrica un urbanismo razonable, sostenible y social, con promociones de viviendas de V.P.O. y equipamientos deportivos y socioculturales.

Además esto sería una compensación por los más de 80 años de contaminación sufrida por el municipio. De cualquier manera, lo que es inaceptable, es que la planificación urbanística de un municipio se realice de acuerdo a intereses especulativos y no sociales.