El Ateneo Verde, desde su fundación hace más de 14 años, ha cumplido una función importante insustituible que ahora es preciso reconocer. Por una parte, las gentes del Ateneo Verde han sido uno de los referentes más antiguos y más e importantes en la difusión de valores ecológicos y de respeto a la naturaleza. Muchos de los debates que la ciudadanía de Sevilla entiende hoy día como fundamentales para que nuestra ciudad aumente su calidad de vida (movilidad, protección del arbolado urbano, uso de energías renovables…) fueron impulsados en sus orígenes con por personas ligadas al Ateneo Verde y por el propio Ateneo Verde como asociación.

Solo por lo anterior el Ateneo Verde merece un reconocimiento de la ciudad de Sevilla. Por si eso fuera poco, el Ateneo Verde siempre ha tenido la puerta abierta a cualquier iniciativa que contribuyera a una lucha por un mundo más justo y una ciudad más sostenible. El Ateneo Verde ha ofrecido sus locales para todo tipo de actividades socio-culturales: conferencias, proyecciones, jornadas, debates, todo ha tenido cabida en el Ateneo Verde. Además ha sido la sede de todo colectivo que lo necesitara, convirtiéndose en un elemento básico para entender la articulación de la sociedad civil sevillana preocupada con la defensa del medio ambiente, de la paz y la solidaridad entre los pueblos.

Es por ello, que los colectivos y personas abajo firmantes reconocemos tener una deuda de gratitud con el Ateneo Verde, pues allí siempre hemos encontrado (el) apoyo material y anímico para llevar a cabo nuestra labor. Apoyo que se nos ha prestado de forma desinteresada, sin pedir nada a cambio. Entendemos que, en este momento que el Ateneo cierra su sede teminando una época en su ya larga historia, le debemos un homenaje público y reconocimiento público, además de lamentarnos por el cierre de su sede, que entendemos deja un vacío en la vida pública de nuestra ciudad que será difícil de cubrir.

También, así mismo, entendemos que la ciudad de Sevilla también le deben un homenaje al Ateneo Verde y a sus gentes. Entendemos que la labor social realizada, y su participación desinteresada en la mejora de la calidad de vida, supera en valor a la realizada por otras entidades que suelen tener un reconocimiento público continuado por la ciudad y sus autoridades. Hasta que alguien se dé por aludido y proponga un reconocimiento más institucional, valga éste reconocimiento de quienes durante estos años nos hemos beneficiado por su labor y bien hacer.