La central nuclear de Vandellós II (Tarragona) se ha visto obligada a parar para reparar una importante deficiencia que fue detectada el 26 de agosto de 2004. Los explotadores de la central han desoído las recomendaciones del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y no han tomado ninguna medida ni han presentado el plan de reparaciones que este organismo les pidió. El incidente es lo bastante grave como para que los explotadores de la central sean sancionados.

El 26 de agosto de 2004 se detectó una fuga de agua de refrigeración de los servicios esenciales de la central. Este sistema consiste en un circuito que recoge agua del mar y la distribuye para extraer el calor de diversos elementos de la central que, como su nombre indica, son esenciales para el funcionamiento y la seguridad de la central. Es imprescindible extraer el calor producido de dichos sistemas, que van desde la refrigeración de la sala de control hasta la extracción de calor del núcleo, para lo que hay que garantizar un flujo permanente de agua. Dada su importancia, el sistema de agua de servicios esenciales está duplicado por lo que si fallara uno podría entrar en acción el otro.

El agua del mar presenta la característica de ser muy corrosiva y se observó el 26 de agosto de 2004 que ambos circuitos de refrigeración estaban aquejados por la corrosión y presentabas fugas. Para Ecologistas en Acción se trataba de un hecho grave que indicaba un mal diseño de la central, puesto que la corrosión había aparecido tras 14 años de funcionamiento. El CSN restó importancia al suceso y lo calificó como Nivel 0 en la escala INES de sucesos nucleares. Sin embargo decretó una serie de medidas que deberían tomar los explotadores de la central para limitar el problema, algunas de las cuales deberían haberse tomado sin detener la central y otras en parada caliente. Además el CSN solicitaba la identificación de medidas que el explotador pudiera tomar a corto plazo para limitar el problema así como la presentación de un plan de acción en el primer trimestre de 2005.

Pues bien, las recomendaciones del CSN en parte se incumplieron y en parte se han revelado insuficientes. La fuga ha aumentado por efecto de la corrosión hasta extremos que han obligado a detener la central antes de la parada prevista para recarga. Para Ecologistas en Acción el CSN y los explotadores de Vandellós II han estado jugando con la seguridad de las personas y el medio ambiente. La central debería, al menos, haberse detenido tras el incidente de 2004 y haber sido sometida a las reparaciones necesarias. Vandellós II ha estado funcionando con condiciones de seguridad degradada por la permisividad del CSN.

Ante esta situación escandalosa que se repite una y otra vez, Ecologistas en Acción considera que el CSN no cumple con sus labores de vigilancia y que el parque nuclear español está en condiciones de seguridad degradada. Coinciden en estos días la aparición de incidentes en Garoña (Burgos) y en Ascó (Tarragona).