Ecologistas en Acción de Sanlúcar organizó ayer el domingo 1 de octubre una “bicifestación” por distintas calles de la ciudad, con motivo del Día Europeo sin coches, con cerca de un centenar de personas todas ellas con su respectivas bicis.

La participación ha sido buena teniendo en cuenta que precisamente en el mismo día se han organizado dos actividades más, teniendo como protagonista la bicicleta.

El objetivo principal de este evento es reclamar al actual equipo de gobierno de Sanlúcar que se ejecute un plan de movilidad sostenible, priorizando de antemano más carriles y aparcamientos para bicicletas y mejorar el transporte urbano.

Por último, desde estas líneas queremos homenajear a un vecino de nuestra ciudad que hace 25 años tuvo un accidente en la calzada del ejército ocasionándole la muerte. El chaval no tenía más de 30 años y era un profesional del ciclismo, Miguel Ángel Odero. Un abrazo a todos sus compañeros y familiares.

Este ha sido el MANIFIESTO que se ha leído en la Plaza del Cabildo.

Se supone que las ciudades se inventaron para hacer más agradable la vida de las personas. Pero resulta que no; que ahora las ciudades están para que pasen los coches y las motos y para que aparquen.

Los niños no podemos jugar en la calle y los viejos no pueden pasear porque los coches son peligrosos y nos pueden atropellar. Antes, según dicen mis padres, los niños jugaban en la calle a muchos juegos, la gente se sentaba en su puerta a descansar o a charlar, los sonidos de la ciudad eran las conversaciones de las personas y los cantos de los pájaros y de los grillos. Ahora ya no. Los coches y las motos lo invadieron todo, ya no se puede uno sentar en la puerta de su casa porque por allí tienen que pasar los coches. Ya solo se escucha el ruido de las motos y los coches, y además echan humo que ensucia el aire que respiramos.

Alguna gente dice que esto es el progreso, que hay más coches porque tenemos más dinero, y muchas cosas más. Los niños tenemos videoconsolas y la televisión. Pero yo creo que no está bien que unas cosas de hierro y de goma echen a la gente de sus barrios y no les dejen pasear o descansar o jugar. Ese no es un progreso bueno.

El verdadero progreso no debe perder las cosas buenas que había antes. Por eso pedimos a los mayores que dentro de la ciudad guarden su coche y saquen la bicicleta. O que vayan andando o en autobús. Eso sería un buen progreso.