El crecimiento de Tamaraceite amenaza con estrangular la historia del municipio. El Bien de Interés Cultural de Los Altos de San Gregorio está literalmente asfixiado por las urbanizaciones que crecen en la zona y por el abandono institucional, que lo mantiene en un estado deplorable.

El yacimiento de San Gregorio está amenazado por el crecimiento desorbitado de Ciudad del Campo. Los bloques de viviendas se han levantado alrededor del que fuera uno de los poblados prehispánicos más importantes de lo que hoy es la ciudad sin que, en algunos casos, se respeten los límites de 200 metros de separación que dicta la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias.

Las quejas de la situación del yacimiento las eleva Ben Magec-Ecologistas en Acción a través de Francisco González, representante en la zona, quien se queja de que hay casas que están a menos de diez metros. Por si fuera poco, una urbanización se está levantando ahora en el lado oeste que acabará por rodar completamente el enclave, «formado por nueve cuevas dispuestas en varios niveles topográficos con estructuras en la parte superior a modo de canales de distribución de aguas, donde también se ubica una ermita del siglo XV cerrada», según se recoge en el Catálogo del Patrimonio Arquitectónico, Arqueológico y Etnográfico de la capital grancanaria.

«No se están tomando medidas para evitar el destrozo», explica el representante de Ben Magec-Ecologistas en Acción en la zona, quien recuerda que hace tres meses se presentaron denuncias ante el Cabildo de Gran Canaria, el Seprona y la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural, si bien ninguna ha tenido respuesta.

La zona sigue siendo utilizada como lugar de asaderos nocturnos, centro de reuniones y otros usos poco acordes con su valor histórico.