La planta piloto para la gestión de los residuos procedentes del cultivo champiñón, que el Gobierno de La Rioja construyó en el término de “La Maja” en Pradejón, con cargo a los Fondos de cohesión de la Unión Europea, y en la que se gastaron 223.198.553 millones de pesetas de los contribuyentes, se ha convertido en un gigantesco estercolero insalubre, que está contaminando gravemente la yasa de Majillonda así como los terrenos agrícolas colindantes. Dicha situación es más preocupante si cabe, ya que una instalación de la Consejería de Medio Ambiente, supuestamente destinada a la investigación y la gestión sostenible, fue en un principio cedida en uso a la asociación de productores de champiñón y posteriormente hemos constatado que lo que en verdad sucede es que una empresa privada, denominada Bio-compost es quién explota sin ninguna cautela estas instalaciones y ha convertido las mismas en un vertedero inmundo.

Los residuos no solo colmatan el interior de las instalaciones, sino que se amontonan sin la mínima cautela en las fincas colindantes, y gracias a las lluvias y tormentas se están produciendo abundantes lixiviados contaminantes que van a parar directamente a los cauces colindantes y al acuífero. Dichas tormentas han propiciado los vertidos de lodos negros y pútridos que han aniquilado toda la vida acuática de la yasa Majillónda, cauce estacional de carácter mediterráneo de alto valor ecológico.

Y frente a todo este despropósito, la Consejería de Medio Ambiente no adopta medida alguna y permite que desde estas instalaciones se esté vulnerando la legislación. La Dirección General de Calidad Ambiental está cerrando los ojos y volviendo la vista para otro lado, en un claro caso de dejación de funciones o connivencia con quienes gestionan esta planta.

Por si esto no fuera suficiente Ecologistas en Acción ha constatado que en la planta de compostaje, un proyecto que desarrollaba la propia Consejería de Medio Ambiente se ve seriamente amenazado. Este proyecto, en el que se han invertido varios millones de pesetas se desarrolla desde hace 8 años y pretendía la reintroducción del cernícalo primilla (rapaz en peligro de extinción) en La Rioja. En uno de los almacenes de la planta se ubican varias decenas de nidales artificiales colocados por la propia Consejería de Medio Ambiente, y esta temporada de cría gracias a las molestias de la empresa que gestiona los residuos del champiñón , el índice de reproducción de esta especie se ha visto seriamente reducido según los datos de Ecologistas en Acción. Entre otras molestias destacan los grandes acúmulos de plásticos y suciedad que a modo de montañas se ubican frente a los nidos de la propia colonia. Y el constante transcurrir de maquinaria bajo los nidos. Cabe preguntar a la Dirección General del Medio Natural si es esta la forma más adecuada de gastar los presupuestos de los ciudadanos.

Ecologistas en Acción constata que en La Rioja existe una política caciquil en el tema de la gestión y vertidos de los residuos procedentes del champiñón, y claras conexiones entre quienes producen el problema de la mala gestión y sacan beneficio del mismo, y quienes desde la política deberían de hacer cumplir la ley y legislar para terminar con este grave problema ambiental.