Ecologistas en Acción del Campo de Gibraltar pide apoyos para que la Junta de Andalucía incluya en la Ley de Espacios Protegidos de Andalucía el Corredor Verde Guadiaro-Guadalquitón – Los Alcornocales.

En la población de San Roque se sitúa esta área de considerable interés naturalísta para nuestra región, debido tanto a las características de biodiversidad que encierra, como a que constituye “el último reducto de litoral Mediterráneo Occidental que aún se encuentra virgen” pudiéndose afirmar que siguiendo la costa hasta Almería (Cabo de Gata), no hay un enclave que lo iguale.

Se trata del pasillo verde estuario del río Guadiaro-playa de Guadalquitón con el Parque de los Alcornocales, que engloba a las fincas Guadalquitón, Borondo, Dientes, Alcaidesa, Sierra Carbonera, Pinar del Rey, Sierra del Arca, Mojones Blancos, Parte de la Sierra Almenara, río Hozgarganta, río Guadiaro y Estuario del río Guadiaro en el término municipal de San Roque y El Chapatal en el término de Castellar de la Frontera, que linda con el Parque Natural de los Alcornocales.

E Corredor Verde es una propuesta naturalista de hace ya tiempo, y se viene insistiendo en su creación desde distintos foros, siendo los principales objetivos del mismo:
- La conexión del Parque Natural de los Alcornocales con uno de los últimos reductos de costa virgen de litoral Mediterráneo.
- La conexión práctica de un desarrollo sostenible entre un área profundamente industrializada, un área virgen y una urbanizada (Sotogrande,…).
- La conservación de un monte mediterráneo con una riqueza florística y faunística inigualable.

Los corredores ecológicos juegan un papel de vital importancia para la tan necesaria conservación de la biodiversidad y la conexión de zonas biogeográficas.

Las particulares características de la zona, en su mayor parte monte Mediterráneo, su indudable riqueza vegetal, en la que destacan cuatro formaciones de gran valor ecológico (el alcornoque, el acebuche, el lentisco, el bosque de laurel con adelfas y rododendros según el suelo y la zona del litoral, así como un tierra rica y la existencia de endemismos únicos en la península hacen que esta área de la Comunidad Andaluza constituya un patrimonio natural con unos valores que lo sitúan a la cabeza de las regiones de Europa.

Arropada por esta valiosa vegetación, se conserva una numerosa y diversa fauna con 144 especies de aves divisadas y estudiadas sobre el terreno. Es bien conocido que junto con las especies que habitan aquí, el Estrecho de Gibraltar es la zona que utilizan las aves migratorias como paso entre los dos continentes. El águila real ha sido vista en estos parajes en numerosas ocasiones, pero no se sabe con exactitud su zona de nidificación. Se ha podido comprobar que el Apus Caffer (Vencejo Culiblanco Cafre) utiliza esta zona para nidificar.

Esta destacada diversidad de aves de presa diurna y nocturna, conviven con un no menos diverso número de anfibios y reptiles, entre los que destacan el Camaleón en zonas de monte más aisladas, el Galápago Leproso y la Salamanquesa Costera. Es, sin embargo, el rasgo de la fauna del lugar, la existencia de grandes herbívoros (Ciervos, Muflones, Jabalíes…), así como una parte de los medianos y pequeños predadores del bosque y matorral Mediterráneo, tal es el caso de los Tejones, Meloncillos, Jinetas, Zorros que pueblan el lugar.

Pero este monte Mediterráneo también está fuertemente ligado a la historia y a la cultura andaluza, prueba de ello son los numerosos vestigios encontrados aquí, consistentes en restos arqueológicos procedentes del Pleno Bronce, procedentes del siglo II al siglo IV d.C., del siglo V al siglo IV a.C. En áreas concretas de este Corredor Ecológico se han localizado ciudades romanas, factorías de salazones de gran extensión, necrópolis, destacando igualmente la ciudad de Barbésula en Guadiaro y numerosas pinturas rupestres en la Sierra del Arca (Cueva de la Horadada)

Actualmente el Monte Mediterráneo tiene una rentabilidad financiera escasa, siendo por el contrario altamente rentable en beneficios sociales, culturales y ambientales para el conjunto de la sociedad, lo que exige la intervención de las administraciones Públicas para salvaguardar el interés mediante un uso sostenible que, considerando la peculiaridades de cada región, establezcan modelos de gestión y figuras de protección en estos ecosistemas Mediterráneos, permitiendo así la consecución de los máximos beneficios (turismo rural, educación medioambiental,…) compatibles con el mantenimiento de la biodiversidad y su conservación para las gestiones venideras.

Viendo por encima las características de las fincas a conservar, no podemos sino convencernos de la necesidad de su protección y conectarlas mediante un CORREDOR VERDE al Parque de Los Alcornocales por Castellar de la Frontera. Estas fincas a conservar son:

Guadalquitón, Borondo, Dientes Bajo y Alto, La Alcaidesa, Pinar del Rey, Sierra del Arca, Sierra Carbonera y Alcaidesa hacia el Parque de los Alcornocales por la finca del Chapatal y Los Chaparrales. La otra subida se haría desde el Estuario del río Guadiaro, parte de la Sierra Almenara, aledaños del Hozgaranta hacia Castellar por la finca de la Almoraima. Es indispensable salvaguardar y proteger una finca denominada Mojones Blancos de unas 50 has. Esta sería la conexión de estos dos corredores, uno desde la playa de Guadalquitón y otro desde el Estuario del Río Guadiaro.

La finca de Guadalquitón, tiene aproximadamente unas 500 has, y es uno de los últimos reductos de monte Mediterráneo que prácticamente alcanza el nivel del mar. Podemos encontrar alcornoques, algarrobos, acebuches, coscoja, acompañándolos existe un importante sotobosque con una amplia variedad. Esta finca forestal, ha sido durante los 15 últimos años victima de numerosas extracciones ilegales de áridos, lo que ha puesto en peligro no sólo la flora y fauna asociadas a las dunas, sino los restos arqueológicos de gran importancia, procedentes del Bronce Pleno y del siglo II d.C.

Borondo está situada junto a Guadalquitón, con una superficie de 323 Has, es, igualmente, uno de los escasos lugares de la provincia donde aún se conservan bosques costeros de carácter residual, destacando Acebuches, Pinos Piñoneros y Alcornoques.

Posee un altísimo valor ecológico y arqueológico dentro del término municipal de San Roque. Declarada zona no urbanizable especialmente protegida en el Plan del Medio Físico de la Provincia de Cádiz, goza igualmente de la protección de la Conserjería de Cultura de la Junta de Andalucía al albergar en sus suelos restos arqueológicos de los siglos II al IV d.C. Sus zonas dunares con alcornoques y monte bajo mediterráneo que se adentran casi en el mar, han sido esquilmadas durante años y, actualmente, es victima de una especulación urbanística debido a su situación geográfica.

Dientes alto y Bajo tiene una característica similar a las fincas anteriores, constituye una unión entre las fincas de Borondo y Guadalquitón con la finca de la Alcaidesa, y de estas con la Sierra del Arca, Sierra Carbonera y El Pinar del Rey. Tienen una superficie aproximada de unas 200 Has, cuyos terrenos están atravesados por diversos afluente del Borondo.

La Alcaidesa, ubicada al norte del término municipal de San Roque, conecta con la finca Mojones Blancos a la Sierra Almenara y delimitando al norte con Castellar de la Frontera, y el arroyo Guadalquitón, al este con Dientes Alto y Bajo y arroyo de Dientes, al Sur con la Sierra del Arca, Carbonera y el Pinar del Rey. Tiene una extensión de unas 1.300 Has, finca propiedad de la Junta de Andalucía, posee una riqueza ecológica sin parangón.

Los acebuches, alcornoques y pinos piñoneros conforman las formaciones vegetales más valiosas y mejor conservadas. A estos se les une una serie de arbustos que aquí llegan a tener un porte arbóreo.

Unas 50 Has, de suelo arenoso han sido repobladas de Pinos Piñoneros. En las zonas más húmedas acompañan a los quejigos y algarrobos, destacando una valiosa vegetación rupícula en los tajos y lajas que se desarrollan en las orillas de los arroyos dominadas por los fresnos. El arroyo más importante es el arroyo Los Palanceros, seguido por el arroyo por el arroyo Alhaja que desemboca en el arroyo de La Madrevieja, un afluente del río Guadarranque. A parte de la abundancia de rapaces en el lugar (Azor, Ratoneros, Águilas Perdiceras y Culebreras, Milanos Negros y Águilas Calzadas…) una de las grandes peculiaridades de La Alcaidesa es la abundancia de grandes herbívoros (ciervos, muflones, jabalís,…), así como una buena parte de los medianos predadores del bosque y matorral mediterráneo (zorros, meloncillos, tejones, jinetas,…). A pesar del espesor de sus masas arbóreas, esta finca sufre un progresivo deterioro, sobre todo de los alcornoques y un altísimo riesgo de incendios, así como la aparición de furtivismo en plan masivo.

El Pinar del Rey está situado en el centro de la comarca del Campo de Gibraltar, es un monte de Utilidad Pública de 335 Has. Está dotado de las características propias que lo convierte en un verdadero paraíso forestal. Como su nombre indica, este extenso pinar fue plantado en el año 1800 por cuenta de la Marina Española, al objeto de proveer de madera a las construcciones navales de la época. Tras la catástrofe de Trafalgar y la fase de decadencia en la que entró la marina, la tala y aprovechamiento de estos pinares se hizo innecesaria.

Hoy en día sus suelos dan asiento a las especies forestales típicas del bosque Mediterráneo, junto a arroyos y fuentes, podemos encontrar Acebuches, Alisos, Quejigos, Chopos…Entre los arbustos destacan las Aulagas, Carrascas, Herguen, Zaugazo, Helechos, Esparto, Jara, y en el arroyo Alhaja, que lo bordea por el sur y en dirección noreste-sureste, Juncos, Aneas, Zarzales…

Entre su fauna encontramos animales como Conejos, Tejones, Jinetas, Meloncillos, Perdices, Tórtolas, Palomos Torcaces, Aves de Presa diurnos y Nocturnos…Este enclave, junto con el estuario del Río Guadiaro, son los dos lugares perfectos para la instalación de “Los centros de Interpretación del Corredor Verde Guadiaro-Guadalquitón con el Parque de los Alcornocales.”

La Sierra del Arca con una superficie de unas 200 Has, es un monte bajo Mediterráneo en su mayoría con algunos alcornoques y pinos piñoneros donde, debido al poco trasiego humano del que aún disfruta, se encuentra una importante flora endémica. Nacen en la misma sierra el arroyo del Colmenar, el arroyo de la Caracolera y el de La Doctora, estando bordeada, además, por el arroyo Borondo. En esta zona existen, además, importantes cuevas con pinturas rupestres, tal es el caso, por ejemplo, de la cueva de la Horadada. Linda con las fincas Dientes Alto y La Alcaidesa.

La Sierra Almenara hasta el río Guadiaro y Hozgarganta constituye la unión entre las fincas La Alcaidesa, Mojones Blancos y El Estuario del río Guadiaro. Es decir, es uno de los puntos de enlace entre el mar Mediterráneo y el Parque Natural de Los Alcornocales. La finca Mojones Blancos de unas 50 Has es fundamental su protección, para no cortar esta subida desde el Estuario del Guadiaro. Esta zona se localiza al norte del municipio de San Roque, próxima a su límite con la provincia de Málaga (municipio de Casares). Está formada de una composición forestal en el cual el extracto arbóreo predominante es el Acebuchal y Alcornocal, con algunas repoblaciones de Pino Piñonero. Nos encontramos en un territorio con importante nivel de movimiento, inmersos entre sierras, colinas, lomas y valles.

Esta sierra conecta con el río Hozgarganta y el Guadiaro hasta llegar su desembocadura, única zona húmeda que posee el litoral mediterráneo occidental gaditano. En el Estuario del río Guadiaro se encuentra una de las rutas más importantes de aves migratorias y, precisamente, en este aspecto es donde radica una de las principales causas que justifican su conservación. De hecho, el número de especies que utilizan este lugar de un modo o de otro, representan el 60% aproximado de las especies que se han registrado en el Campo de Gibraltar. Su fauna de zona acuática la componen, entre otras, las Águilas Pescadoras, la Gambusia, la Anguila… Además, existen indicios de nutrias, que se han llegado a divisar en algunas ocasiones.

La gestión de este territorio se debe hacer de una manera integral, dándole una garantía jurídica al espacio y una normativa que permita establecer las pautas de funcionamiento idóneas para ello. La progresiva deforestación y pérdida de biodiversidad que padece la población de San Roque con las nuevas construcciones exige la protección de estos enclaves.

Las administraciones competentes, tanto locales como autonómicas, con la Consejería de Medio Ambiente a la cabeza, no pueden, bajo ningún concepto, dar la espalda a este enclave único en Europa, el cual reviste una gran importancia para el contexto del patrimonio natural andaluz.

Es por lo que, desde Ecologistas en Acción del Campo de Gibraltar , se exige y se pone de manifiesto la necesidad de que estos terrenos sean declarados «Parajes de Protección Especial» e incluidos, en concordancia con la Ley 4/89 de Conservación de Los Espacios Protegidos de Andalucía conectándolos al Parque Natural de Los Alcornocales.