Albacete por la Paz, la Coordinadora por la Desmilitarización de la Sierra de Chinchilla, M.O.C. y Ecologistas en Acción denunciamos que la ciudad de Albacete se involucre más en la actividad militar.

A las antiguas instalaciones de la Base Aérea de Los Llanos y el Campo de Maniobras de Chinchilla se van a unir la fábrica de helicópteros “Eurocópter” y la Escuela de Pilotos de la OTAN, y al parecer les acompañará una fábrica de municiones para helicópteros. Todo ello gracias a los desvelos de José Bono (en su etapa de Ministro de Defensa), a Francisco Pardo (Secretario de Estado para la Defensa), al Presidente de Castilla-La Mancha, José Mª Barreda, y al alcalde de Albacete, Manuel Pérez Castell, a los que se han sumado con alegría el PSOE y PP de nuestra capital y los sindicatos y empresariado.

La fábrica de helicópteros supone unas altísimas inversiones, provenientes en una gran parte de contratos para las fuerzas armadas españolas y en otra parte menor para policías y servicios de emergencia. Su principal tarea será la fabricación de los helicópteros de ataque “Tigre”, y unas de las razones que la empresa ha esgrimido para justificar su ubicación aquí es la cercanía a la Base Aérea y al Campo de Maniobras de Chinchilla, así como las facilidades que la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento de Albacete han ofrecido. Al rebufo de Eurocópter, ya ha anunciado su interés de instalarse al lado una fábrica de armamento y munición para los helicópteros.

Por otra parte, la venida de la Escuela de Pilotos de la OTAN ha sido gracias a otro ofrecimiento de nuestro alcalde. Será trasladada dentro de unos años desde un pequeño pueblo de Bélgica, donde están deseando su marcha. Los problemas de contaminación ambiental y sonora (maniobras aéreas, diurnas y nocturnas), la congestión aérea y el riesgo de accidentes (repostajes en vuelo, maniobras evasivas) han hecho que los ciudadanos y autoridades pusieran excesivas pegas para su permanencia. Aquí vendrán -dicen- buscando mejores condiciones climatológicas, y sobre todo cielos menos saturados. Pero parece que nuestras autoridades no ven oportuno que los ciudadanos dispongan de estas informaciones, no vaya a ser que se tuerzan sus planes. O quizá nos consideran poco maduros como para poder decidir en vez de ellos.

Nuestros políticos han decidido por todos nosotros que Albacete necesita un futuro de trabajadores y empresas para la industria militar. Industrias para la paz, dicen ellos. Resulta indignante que los mismos políticos que se han involucrado en la venida de estas instalaciones militares proclamen a Albacete como “Ciudad de Paz”, y creen un Museo de la Paz en el antiguo refugio antiaéreo de la Plaza del Altozano o vayan a realizar un Congreso de Educación para la Paz.

Muchos ciudadanos, que fueron convocados por el PSOE contra la guerra de Irak, se encuentran atónitos ante esta deriva militarista. Sin embargo, observamos que los comentarios en contra quedan habitualmente en conversaciones privadas de los ciudadanos. Estas asociaciones queremos ser catalizadores de este descontento, y que se oigan públicamente las opiniones de los muchos contrarios a este futuro. Queremos iniciar esta campaña electoral con una referencia antimilitarista, y mantenerla a través de una serie de actividades continuadas.

Reclamamos que esas tremendas inversiones se hagan en “empresas de paz”, como es la educación, la sanidad, la cooperación internacional o la investigación y desarrollo de actividades que mejoren el medio ambiente (energía solar, ahorro de agua, eficiencia energética). Su rentabilidad laboral, social y ambiental será enormemente mayor.

Al igual que estos políticos se apuntan como logros los puestos de trabajo que se crean y la “riqueza” que trae, nosotros afirmamos que también serán responsables de todo lo malo que ocurra (ruidos, contaminación, accidentes y de convertirnos en objetivo militar en caso de conflicto).

Las actividades que ya se encuentran programadas son dos presentaciones de libros sobre pacifismo, una repoblación en el Campo de Tiro y las concentraciones mensuales por la paz, a las que se añadirán otras que ya se están programando.