Ecologistas en Acción ha recibido con sorpresa la reacción del portavoz de la «Plataforma Riberas del Agueda» de rechazo a la propuesta ecologista sobre el pantano de Irueña, consistente en renunciar al llenado del embalse para garantizar así la máxima capacidad de laminación en caso de avenida y el mínimo daño ambiental.

Dicho rechazo obedece, en opinión de Ecologistas en Acción, a una obcecación interesada unida a cierta dosis de irracionalidad. El sentido común nos dice que si se pretende proteger a la población de riadas catastróficas motivadas por lluvias y crecidas repentinas, la forma más eficaz de hacerlo es evitando que el embalse que, se supone, pretende laminar dichas avenidas esté lleno, porque entonces retendría menos agua y el riesgo sería mayor. El llenado del embalse sólo beneficia a la producción hidroeléctrica y no a la prevención de inundaciones. Salvo que lo que se quiera es embalsar agua para otros fines que empiezan a entreverse en esta polémica, como sería el potenciar ciertos desarrollos urbanísticos aguas abajo de la presa unidos a proyectos pseudo deportivos necesitados de agua en abundancia y a los que parece no ser ajeno el portavoz de la «Plataforma Riberas del Agueda», lo cual, si se confirmara, le haría perder toda credibilidad.

Por si fuera poco el portavoz de dicha Plataforma ha recurrido una vez más a la demagogia más burda acusando a los ecologistas de anteponer el medio ambiente a las personas. Ecologistas en Acción ha demostrado sobradamente que la defensa ambiental es también la defensa de las personas y justamente la protección del medio es una garantía de desarrollo del medio rural, por lo que se viene reivindicando la inmediata declaración del Paisaje Protegido de El Rebollar (incluso con una categoría de protección de mayor alcance, como pudiera ser la de Parque Natural), reivindicación en la que Ecologistas en Acción espera contar con el apoyo de la «Plataforma Riberas del Águeda».

Ecologistas en Acción pide que se dé a conocer inmediatamente el «Proyecto de Restauración hidrológico forestal y mejora de la biodiversidad en la cuenca alta del Águeda» del que tanto se habla puesto que su ejecución es una obligación que le impone a la Administración la Declaración de Impacto Ambiental del pantano de Irueña, como «medida correctora» de obligado cumplimiento.

Finalmente Ecologistas en Acción emplaza a la «Plataforma Riberas del Águeda» para que apoye la inclusión de este río en el proyecto LINDE del Ministerio de Medio Ambiente con el fin de deslindar y delimitar el Dominio Público Hidráulico y acabar con ocupaciones indebidas e ilegales del cauce por construcciones, instalaciones y cultivos, surgidas ante la pasividad del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo y la Confederación Hidrográfica del Duero, y que explican las graves consecuencias que han tenido las puntuales crecidas del Águeda.