Ecologistas en Acción ha puesto en conocimiento de la fiscalía de Medio Ambiente de Huelva que a finales de 2004 denunciaron ante la Confederación Hidrográfica del Guadiana y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía la construcción de una presa de unos 25 metros de alto en la ribera El Cascabelero, afluente del río Oraque (Huelva), produciendo invasión y destrucción del dominio público hidráulico, aparte de graves impactos sobre el frágil ecosistema ribereño. En el 2004 Esta presa se construyó ilegalmente ya que nunca se realizó la preceptiva Evaluación de Impacto Ambiental a la que estaban obligados, ni parece contar con autorización de ninguna clase, por lo que dado su tamaño y capacidad podría incluso generar riesgos de seguridad.

La presa situada en el término municipal de El Cerro del Andévalo (Huelva), cerca de Villanueva de la Cruces, corta la ribera El Cascabelero que tiene una gran diversidad biológica con muchas especies endémicas entre su fauna por el efecto de aislamiento provocado por las riberas de aguas ácidas que le rodean, procedentes de las minas de la comarca y a las cuales se une aguas abajo.

La inundación de la zona del vaso ha provocado la desaparición de más de medio centenar de hectáreas de dehesa mediterránea y de espacio forestal y ha cortado la migración natural de especies de peces como barbos, bogas y otras especies de la importante ictiofauna del Andévalo, plagada de endemismos, así como alteraciones en el hábitat de las nutrias que habitan la ribera y una barrera más para la emigración de especies terrestres, ya que la cola de la misma es superior a 1 Km, empeorando aún más la situación causada por las alambradas de la zona.

En la actualidad la presa está llena y parte de la vegetación afectada ha sufrido daños irreversibles, tal como se puede comprobar en las últimas imágenes y hay sistemas de extracción y bombeo que están funcionado

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En la actualidad

impunemente sin reacción efectiva de la Confederación Hidrográfica del Guadiana .

Ecologistas en Acción tiene la impresión de que la construcción de una presa de este tamaño no pudo pasar desapercibida a las autoridades competentes, a pesar de lo recóndito del paraje y menos tras nuestra denuncia, por lo que puede haber una supuesta complicidad en algunos de los estamentos que se debían haber encargado de la persecución de estos hechos. Por ello han solicitado a la fiscalía de medio ambiente de Huelva que se investiguen rigurosamente los hechos denunciados, incluidas las posibles implicaciones de funcionarios públicos y autoridades y se de prioridad a medidas que favorezcan la restauración de la libre circulación del arroyo antes de que los deterioros ambientales sean completamente irreversibles.