El submarino nuclear de la Marina estadounidense USS Augusta, perteneciente a la clase Los Ángeles y con 110,3 metros de eslora y 10,1 metros de manga, abandonó ayer el puerto de Gibraltar, aunque hoy siguen entrando en la base militar buques de guerra.

Estos buques son bombas flotantes y máquinas de matar y transportan cerca de 25 armas lanzadas torpedo-tubo, siendo capaz cualquiera de estos propulsores de lanzar un misil de la travesía del modelo Tomahawk desde sus tubos horizontales.