La lentitud de la Fiscalía a la hora de exigir responsabilidades por todos los daños ambientales que ha producido esta fábrica y la tibieza de las administraciones (Medio Ambiente y Confederación Hidrográfica del Guadalquivir), han dado alas a los responsables, que desafían la legalidad vigente con la construcción de una balsa -que parece un pantano- sin licencia de obras, en terrenos de vega, en zona de policía de aguas y junto al cauce del río Cubillas, alcanzando en profundidad la capa freática del río y siendo un importante y muy probable foco de contaminación del acuífero del que se abastecen bastantes personas en la vega de Pinos Puente.

Grandes máquinas excavadoras y montones de camiones han trabajado día y noche , en días laborables y festivos, para la construcción de una balsa para el almacenamiento de alpechín, que sustituya a la que había antes y que no cumplía en absoluto la normativa vigente.

Esta empresa se encuentra denunciada no sólo por la ilegalidad de la antigua balsa, que no estaba impermeabilizada y contaminaba el acuífero, sino por sus continuos vertidos contaminantes al cauce del río Cubillas directamente o a través del alcantarillado del pueblo, al que se habían conectado de forma ilegal.

También con sus residuos han provocado la contaminación de la acequia, con el consiguiente daño a los cultivos próximos y por lo cual existe la correspondiente denuncia en el juzgado a cargo de los agricultores afectados.

La actitud de esta empresa no es sino el reflejo de una situación de desamparo del medio ambiente, ante la pasividad que muestran las administraciones competentes y la justicia por su falta de interés en aplicar, de verdad, la legislación vigente.