El Río Henares nace a las faldas de la Sierra Ministra en el pueblecito de Horna, pedanía de Sigüenza. Al llegar al municipio de Sigüenza, la calidad de sus aguas cambia radicalmente y se convierten en aguas negras, aguas residuales, foco de infección, que han acabado con la vida y la calidad de sus cristalinas aguas, tras recorrer sus escasos primeros diez kilómetros.

Ecologistas en Acción de Guadalajara ha denunciado esta situación permitida por el Ayuntamiento de Sigüenza ante la Confederación Hidrográfica del Tajo y ante la Delegación de Sanidad, por contaminación de aguas, vertido sin depurar y por posible foco de infección.

Esta situación nada atípica, se repite año tras año, por la incapidad de la depuradora municipal de depurar las aguas residuales procedentes de una población que se triplica en estas fechas. Este problema no proviene de la población estival y temporal, si no de la falta de planificación y previsión que se tuvo al construir la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) en los años 90, agravado por la falta de mantenimiento que debería desarrollar en consistorio. Durante más de 15 años se repite esta situación, sin que ninguno de los equipos de gobierno que han pasado por el consistorio seguntino hayan sido capaces de solventar el problema.

La calidad de las aguas en el Río Henares desde Sigüenza hasta Baides es infima e insostenible, que ha acabado con la vida de sus aguas, perjudicando sobre todo, a especies piscicolas, asi como anfibios e insectos acuaticos.

Moratilla de Henares y Baides son dos municipios que pueden ser objeto de focos de infección, motivo de preocupación por parte de las autoridades sanitarias quien deberían de poner los medios suficientes para preservar la salud pública de los vecinos estos pueblos.

Ecologistas en Acción exige que se ponga fin al estado actual del Río Henares, que una ciudad como Sigüenza depure al cien por cien sus aguas residuales y que se sancione de forma ejemplar al Ayuntamiento de Sigüenza.