Los ciudadanos, que en estos días suelen incluso comer y pasar la jornada en la playa no recibieron ninguna información. Exclusivamente se puso una pequeña bandera roja en el puesto de socorrismo, pero nadie del Servicio Andaluz de Salud, de la Consejería de Medio Ambiente, de la Demarcación de Costas o del Ayuntamiento de Conil, ni de Cuerpos de Seguridad cerró la playa, avisó por megafonía, prohibió el acceso o realizó acción alguna tendente a asegurar e informar a los ciudadanos sobre posibles riesgos para su salud y su higiene.

Es ya la tercera vez que la depuradora de Roche se desborda o se rompe (la anterior vez fue en abril); en esta ocasión se ha roto el tubo de entrada. Estamos pues ante un hecho previsible y repetible. Ocurre, como en tantas otras zonas de la provincia, que no se han puesto pegas a la construcción d viviendas, hoteles… y no se han mejorado paralelamente las infraestructuras.

La situación en Roche respecto a la depuración de aguas consiste en:

- un insuficiente sistema de depuración, a pesar de la última ampliación de la depuradora, con solo un rudimentaria sistema secundario.

- un insuficiente sistema de evacuación de aguas de la depuradora ya que el emisario submarino no tiene más que 500 m cuando debería tener 2.000 m.

- un antiguo y nefasto sistema de colectores que recogen aguas fecales y pluviales juntas.

Todo esto trae consigo que cada vez que los usuarios de las casas de Roche están en ellas y caen lluvias, se vive la misma situación de posible vertido y contaminación de arenas y aguas de baño.

Es tercermundista la situación de la depuración, pero igual alarma y desconcierto producen las distintas Administraciones con su negligencia e irresponsabilidad.

En la mañana de hoy no hay colocada ninguna bandera y los posibles bañistas solo pueden preguntar por el estado del agua a los socorristas, que, evidentemente, no tienen este cometido informativo.