Ben Magec- Ecologistas en Acción presenta un documento que recomienda medidas de ahorro y contratación para reducir el impacto ambiental del ayuntamiento, y solicita que esta corporación de ejemplo y pruebe su voluntad política a favor de las buenas prácticas.

El ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, como cualquier otra administración pública, mediante su actividad diaria, directa e indirectamente, utiliza recursos y generan residuos. Su actividad tiene, por tanto, un impacto ecológico.

Según la Comisión Europea gasto del conjunto de las administraciones públicas europeas en contratación equivale al 16% del Producto Interior Bruto (PIB) total europeo, lo que nos da idea del importante efecto que puede tener una cambio en el comportamiento ambiental de las mismas. Por ello, Ben Magec-Ecologistas en Acción junto con otras organizaciones ha elaborado el documento “Recomendaciones para la Mejora del Comportamiento Ambiental de las Administraciones Públicas. Propuestas sobre ahorro y Contratación” con medidas destinadas a mejorar el comportamiento ambiental de los ayuntamientos y demás administraciones públicas. Este documento está dirigido desde a la casa consistorial hasta a la biblioteca municipal, pasando por colegios, polideportivos, piscinas, guarderías, delegaciones municipales etc. Ben Magec-Ecologistas en Acción solicita al ayuntamiento de Las Palmas de GC que incorpore criterios ambientales en su política de contratación.

Según su portavoz, Carolina Hoogland, el documento se centra en tres sectores principales: la energía, los residuos, y el agua. Se establecen una serie de propuestas destinadas en primer lugar al ahorro del recurso, y en segundo lugar a unos criterios de compra y contratación que reduzcan el impacto ambiental. Así, en el apartado de energía se recomienda, por ejemplo, optar por determinados sistemas de climatización, rediseñar la iluminación interior en base a necesidades reales, optar por un alumbrado exterior que evite la contaminación lumínica, o elegir solo aparatos electrónicos de alta eficiencia energética. En relación con los residuos, se sugieren criterios de contratación de los servicios de limpieza, se aconsejan medidas para una eficaz recogida selectiva y para reducir el volumen de residuos proveniente del material de oficina y de las maquinas expendedoras. Por último, en lo relativo al agua, el documento establece una serie de recomendaciones para instalar dispositivos de fontanería más eficientes (reguladores de presión, grifería, inodoros,…) así como para optar por una jardinería de bajo consumo.

Según la Comisión Europea, si todas las administraciones públicas compraran electricidad proveniente de energías renovables, se ahorraría el equivalente a 60 millones de toneladas de CO2, lo que supone un 18% del compromiso de reducción de gases de efecto invernadero dentro del protocolo de Kyoto. Del mismo modo, se calcula que si dichas administraciones optaran por inodoros y grifos eficientes en sus edificios, se lograría un ahorro de 200 millones de toneladas de agua. Los datos hablan por si mismos.

Los ayuntamientos, como gestores de fondos públicos, tienen además la responsabilidad de dar respuesta a la creciente sensibilidad ambiental de los consumidores y contribuyentes. Por ello deben ser un referente de buenas prácticas, y optar por un modelo de contratación con criterios sostenibles.