El Gobierno regional pretende construir 178 km de autovías más, que se sumarán a la mayor red metropolitana de autovías de Europa: la madrileña. Lejos de solucionar los problemas de congestión, esta enorme inversión en infraestructuras los agravará. Así viene pasando a causa del “efecto llamada”, lo que propiciará más emisiones que contribuirán al cambio climático.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dado ha conocer el Plan de Carreteras 2007-2011 en el que plantea, entre otras cuestiones, la construcción de 76,5 km de carreteras nuevas y la conversión en autovía (o su ampliación) de 178 km más. Lo que, según Ecologistas en Acción, significará un despilfarro de 4.217 millones de euros para continuar el asfaltado de la Región.

El Gobierno de Esperanza Aguirre parece actuar como si en la Comunidad de Madrid hubiera una baja dotación de autovías y carreteras. Pero la situación, como demuestran los datos, no es de escasez, sino de sobredotación. Así, por ejemplo, el área metropolitana de Madrid es la región europea con más kilómetros de autovía y autopistas en relación a la población. Según IAURIF, el Instituto para la Planificación Urbana y el Desarrollo del Área Metropolitana de París, en la región metropolitana de Madrid tenemos 174 km de autovías y autopistas por millón de habitantes, frente a los 43 de Londres –4 veces menos–, 71 de París –2,5 veces menos–, o 137 de Berlín.

Peor aún, si este mismo análisis lo realizamos a escala global, resulta que sólo un área metropolitana en todo el mundo, la de Singapur, supera a la de Madrid en el ratio kilómetros de autovía-autopista / habitantes. No parece fácil, pues, defender la necesidad de nuevas autovías.

Para Ecologistas en Acción estas nuevas autovías sólo tendrán el mismo efecto que ya han tenido las que ahora existen. Animar todavía a más gente a irse a vivir más lejos del centro de Madrid, pensando que gracias a las nuevas autovías podrán ir y venir cada día en poco tiempo, eso sí, utilizando su automóvil. Así lo corroboran los datos de las últimas encuestas de movilidad realizadas en la Comunidad de Madrid, correspondientes a los años 1996 y 2004. En 1996 había, grosso modo, 500 km de autovías y se producían 6,6 millones de desplazamientos diarios en medios motorizados. En 2004, ya con 1.000 km de autovías, los desplazamientos ascendieron a 10 millones diarios, un 52% más en 8 años.

La dinámica es que, por el tremendo “efecto llamada” que generan las nuevas autovías, los problemas de congestión, lejos de solucionarse, se agravan, al poner cada vez más automóviles en circulación. Así lo prueba el hecho de que el área metropolitana madrileña no sólo es récord en kilómetros de autovías, también es la capital del atasco.

Además, gracias a esta profusión de autovías, en la encuesta de movilidad de 2004 se registró un hecho muy relevante de la tendencia que seguimos: por primera vez en la historia de la Comunidad de Madrid, los desplazamientos totales en automóvil (un 50,7%) superaron a los realizados en transporte público (49,3%).

Por si esto fuera poco, las nuevas autovías contribuirán a seguir cementando y artificializando un territorio que está sufriendo unos niveles de pavimentación inusitados. Según los datos que se desprenden del proyecto europeo Corine Land Cover, que analiza los cambios de uso del suelo a partir de fotos satélite en toda la Unión Europea, la Comunidad de Madrid artificializó (léase, cementó) entre 1987 y 2000 nada menos que el 50% del territorio previamente urbanizado.

Y, si se analiza la contribución que tendrán las nuevas autovías a la mayor emisión de gases causantes del cambio climático, la situación no puede ser más grave. Hay muchas necesidades sociales que podrían satisfacerse con 4.217 millones de euros. Ecologistas en Acción considera que emplearlos en animar a más gente a que use todavía más el coche, es una auténtica locura en los tiempos que corren.