La Campaña Stop Ganadería Industrial apuesta por un modelo ganadero extensivo con base agroecológica, frente al modelo intensivo o industrial. Este modelo intensivo se está extendiendo por todo el territorio estatal y tiene graves impactos para el medio ambiente, el mundo rural y la salud de las personas.

Desde esta campaña difundimos materiales de comunicación y realizamos actividades, charlas informativas e investigaciones que ponen en evidencia los impactos socioeconómicos y ambientales (su contribución al cambio climático, la contaminación del agua y la despoblación rural, entre otros).

Además, apoyamos a las plataformas vecinales y formamos parte de la Coordinadora Stop Ganadería Industrial. Puedes ver el mapa de proyectos de ganadería industrial que ahora hay en marcha, así como el de plataformas y organizaciones vecinales que se oponen a este modelo.

Si deseas ponerte en contacto con nuestra campaña, puedes escribirnos a stopganaderiaindustrial@ecologistasenaccion.org.

Explotaciones porcinas industriales y movimientos vecinales que resisten ante la amenaza de la ganadería industrial en sus territorios

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¿Qué es la ganadería industrial?

El modelo ganadero industrial tiene su origen en EE. UU. y está íntimamente ligado a la agricultura intensiva, que provee de grano para los piensos de los animales. Se caracteriza, en general, por el modelo de integración vertical por el cual grandes empresas llamadas integradoras proveen de animales, pienso y servicios veterinarios a ganaderos y ganaderas que aportan su trabajo, las instalaciones y la gestión de los purines a cambio de un precio cerrado por la producción. De esta forma, las personas productoras quedan a expensas de los intereses de las grandes integradoras y del mercado internacional, que fija el precio del pienso y del producto final. En las explotaciones ganaderas los animales no salen a pastorear sino que se encuentran hacinados en grandes naves respirando grandes dosis de gases tóxicos, como el amoniaco. Esto lleva consigo la necesidad de utilizar gran cantidad de antibióticos, incluso de manera preventiva.

¿Qué es la ganadería agroecológica?

El modelo extensivo supone que los animales salen a pastorear todos los días al campo, con los beneficios ambientales que ello supone de mantenimiento de la biodiversidad y prevención de incendios. Además, hay que tener en cuenta el carácter de sumidero de CO2 que tienen los pastos y montes por los que pastan los animales. Si la ganadería extensiva es también agroecológica tiene beneficios añadidos: está vinculada con los mercados locales, los pastos no son tratados con biocidas y se utilizan de manera responsable los antibióticos, nunca de manera preventiva.

¿Cuál es la situación actual de la ganadería industrial?

En los últimos años, la ganadería industrial ha incrementado notablemente su producción como consecuencia de un contexto internacional favorable, pasando en el caso del sector porcino de 25 a 30,5 millones de cerdos entre 2013 y 2019, marcando récords históricos año a año. Actualmente, nuestro país es el mayor productor de carne de cerdo de la Unión Europea: supone el 19 % de la producción europea, y el tercer mayor exportador del mundo, sólo por detrás de EE. UU. y China. Afortunadamente, cada vez están surgiendo más plataformas vecinales que se oponen a esta industria y que están obteniendo éxitos paralizando grandes proyectos gracias a la movilización y la presión social.

¿Dónde se concentra la ganadería industrial?

Tradicionalmente, la mayor parte de la ganadería industrial ha estado concentrada en algunas zonas de Aragón, Castilla y León, Cataluña y Región de Murcia y aunque sigue existiendo esa concentración en los últimos años se está expandiendo hacia otros territorios como Castilla-La Mancha, Andalucía, Galicia y País Valenciano.

¿Qué empresas controlan el sector cárnico?

El sector cárnico es un oligopolio de unas pocas empresas que controlan todo el proceso. Las principales empresas son Vall Companys, El Pozo, Coren, Incarlopsa y Campofrío.

¿Cuáles son los principales impactos de la ganadería industrial?

  • Ambientales: contaminación de agua por purines, emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), emisión de amoniaco, pérdida de fertilidad de la tierra, deforestación.Salud pública: resistencia a antibióticos, enfermedades respiratorias en población rural (por el amoniaco), enfermedades cardiovasculares, cáncer del colon y rectal, diabetes, obesidad (por la dieta alta en productos de origen animal).
  • Socioeconómicos: derrumbe de la economía local rural, despoblación, explotación laboral.
  • Bienestar animal: malas condiciones de vida, enfermedades.

Algunos datos

  • El 92 % del amoniaco emitido en España proviene de la ganadería industrial.
  • La contribución de la ganadería industrial al cambio climático en España es una parte importante de las emisiones totales del sector agrario (12 %), del sector del transporte (27 %), del energético (17 %) y de la industria (19 %), además de las emisiones procedentes de la deforestación (18 % de las emisiones a nivel mundial), por lo que en su conjunto es uno de los sectores que más contribuye al calentamiento global.
  • Casi la mitad de los acuíferos en Catalunya está contaminado por los nitratos de los purines de la ganadería industrial. Una quinta parte de la población aragonesa está expuesta a agua contaminada por nitratos procedentes de la ganadería industrial.
  • España es uno de los países de la UE que más antibióticos usa en ganadería, tres veces más que Alemania y siete veces más de lo recomendado por la UE.

¿Por qué en Ecologistas en Acción estamos en contra de la ganadería industrial?

Porque las consecuencias socioeconómicas, ambientales y de salud pública de la ganadería industrial no son asumibles desde el ecologismo social. El medio natural se ve seriamente afectado por las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, por la contaminación del agua, del aire y del suelo, por los agroquímicos de la agricultura intensiva necesaria para abastecer de pienso a la ganadería industrial y por los vertidos de purines que tienen metales pesados –como cobre y zinc, que son muy tóxicos–. Las personas trabajadoras deben darse de alta como autónomas aunque trabajen para una única empresa integradora, siendo, por tanto, «falsas autónomas». Su salud personal se ve perjudicada por los gases tóxicos que deben respirar en la explotación durante toda su jornada laboral. Por otro lado, estas personas no controlan aspectos importantes del proceso productivo, no siendo libres para tomar decisiones sobre qué alimentación comen los animales, qué tratamientos dar en casos de enfermedad o de manera preventiva y cómo comercializar la producción. La salud pública se ve resentida para los habitantes de las zonas rurales, por el incremento de nitratos en las aguas y los gases tóxicos que se emiten. Y para la población consumidora, por la dieta alta en proteína animal con graves consecuencias como las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la diabetes y el cáncer colorrectal, el abuso de antibióticos y la consiguiente resistencia a los mismos por la aparición de bacterias multirresistentes. La economía local de los pueblos donde se instala la ganadería industrial se ve perjudicada ya que el trabajo que genera es escaso y de mala calidad, mientras que destruye a la pequeña y mediana ganadería extensiva. Además, al dedicarse en gran medida a la exportación no se vincula con el pequeño comercio de la zona.

¿Que es la resistencia a los antibióticos?

La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan al tener un contacto permanente con los antibióticos, haciéndose resistentes a ellos. Las bacterias multirresistentes se trasladan a los seres humanos y los antibióticos dejan de ser eficaces con las enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2050 la resistencia a los antibióticos será la primera causa de muerte por enfermedad, superando al cáncer.

¿Hay oposición en los pueblos a la ganadería industrial?

En los últimos años se han creado alrededor de 45 plataformas vecinales que están organizadas en la Coordinadora Stop Ganadería Industrial. En el año 2018 acudieron al Parlamento Europeo para denunciar los incumplimientos normativos del Estado español en diversas materias relacionadas con la ganadería industrial, como las emisiones de amoniaco, la contaminación de acuíferos por nitratos, problemas de bienestar animal, la construcción de explotaciones en zonas naturales protegidas, la emisión de gases de efecto invernadero y el abuso de antibióticos. En algunos de estos casos, nuestro país ha sido expedientado por la UE ya que no cumple los compromisos y normativas europeas.

¿Quién compone la Coordinadora Stop Ganadería Industrial?

Actualmente, la Coordinadora estatal está compuesta por unas 45 plataformas vecinales de Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, País Valenciano, Andalucía, Región de Murcia y Galicia y por organizaciones como Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, Greenpeace, Food & Water Europe, Compassion in World Farming, ADDA y Justicia Alimentaria.

¿Qué tipo de consumo de productos de origen animal proponemos?

Ecologistas en Acción propone una reducción drástica del consumo de productos de origen animal, tanto por las repercusiones que tiene para el medio ambiente como para la salud de las personas, considerando responsable y sostenible un consumo procedente de ganadería extensiva agroecológica de carne fresca una o dos veces por semana y de huevos y productos lácteos tres o cuatro veces a la semana.

¿Por qué la ganadería industrial contribuye tanto al cambio climático?

La ganadería industrial emite grandes cantidades de gases de efecto invernadero directa e indirectamente; de hecho, la mayoría de sus emisiones son indirectas a través de otros sectores, como en la industria, la energía, el transporte, la agricultura y la deforestación, por eso no se suelen contabilizar como emisiones de la ganadería industrial. En las explotaciones ganaderas, la fuente principal de emisiones es el almacenamiento y vertido de purines (metano y óxido nitroso). Luego, existen emisiones derivadas de los procesos industriales (envasado, empaquetado…), del transporte, sobre todo internacional, de piensos y productos, de los fertilizantes químicos de la agricultura intensiva para producir piensos y el dióxido de carbono de la deforestación, gran parte de la cual existe para ampliar la frontera agrícola para producir los piensos de la ganadería industrial.

Aunque las grandes empresas cárnicas pretenden culpabilizar a la ganadería extensiva del cambio climático (para intensificar la producción), la cual emite también metano, hay que tener en cuenta que esta no tiene emisiones indirectas por estar vinculada a producciones artesanales y a mercados locales, además, el mantenimiento de pastos y montes hace de sumidero de CO2 lo que ayuda en la lucha contra el cambio climático. Por otro lado, según los últimos estudios, la reducción de la ganadería extensiva no supondría bajada en la emisión de metano ya que esos nichos ecológicos los ocuparían otros animales salvajes que también emiten metano.Notas:

  1. Inter-Research Science Publisher: Intensifying pastoralism may not reduce greenhouse gas emissions: wildlife-dominated landscape scenarios as a baseline in life-cycle analysis
  2. The conversation: ¿Es posible alimentar al mundo solo con ganado de pastoreo?

¿Y en qué afecta la ganadería a la biodiversidad?

Según el tipo de ganadería afecta de una forma u otra. La ganadería industrial perjudica la biodiversidad por reducir el número de razas de animales que se utilizan, quedándose con las más productivas y poco adaptadas al entorno, mientras que la ganadería agroecológica escoge las razas autóctonas mejor adaptadas a cada territorio.

La ganadería industrial promueve la producción agrícola de unos pocos cultivos en grandes cantidades y, por tanto, grandes monocultivos que reducen la biodiversidad agrícola. Por el contrario, la ganadería agroecológica se adapta a la biodiversidad del entorno y el pastoreo sirve para diseminar semillas.

¿Qué pedimos a las administraciones públicas?

Pedimos una moratoria a la instalación y ampliación de explotaciones ganaderas industriales dada la proliferación desmesurada y descontrolada actual que no permite cumplir los compromisos con la UE en materia de reducción de emisión de amoniaco y gases de efecto invernadero, contaminación de acuíferos por nitratos y protección de espacios naturales protegidos.

En cuanto a los procesos de evaluación ambiental, pedimos que la legislación sea más exigente y los procesos se realicen con mayor rigurosidad ya que son aprobados de manera sistemática casi todos los proyectos –muchos de ellos con un gran impacto ambiental y social–, así como que se sancionen debidamente los incumplimientos e irregularidades.

Solicitamos asimismo que se deje de subvencionar con dinero público el modelo ganadero intensivo y la exportación y se promueva la ganadería extensiva apoyando a los pequeños y medianos ganaderos y ganaderas que con su trabajo revitalizan el mundo rural y la economía local. Para ello, se deben establecer líneas de ayuda específica al modelo ganadero extensivo y adaptar las normativas a las pequeñas producciones, transformaciones artesanales y los mercados locales. En especial, que exista un apoyo real a las mujeres ganaderas que sirva para facilitar su establecimiento y vida en los pueblos y superar la discriminación estructural que sufren en el sector agrario.

 

 

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