• La observación de zifios en la costa norte del mar de Alborán es rara, pero en la costa africana lo es más rara todavía.
  • Los zifios son unos de los cetáceos más desconocidos pues suelen encontrarse en zonas profundas y alejadas de costa.

Los zifios son una de las familias más desconocidas de los odontocetos (cetáceos con dientes). Este verano se observó un ejemplar de zifio en una playa de la cara oeste del Cabo de Tres Forcas (situado entre Marruecos y Melilla), que, ayudado por los bañistas, pudo volver a mar abierto. Pese a que la asistencia a animales varados es importante, más importante aún es que se haga de la forma adecuada, y antes de devolver el animal a mar abierto se consulte a personal veterinario cualificado para que lo examine.

Hace dos semanas apareció otro ejemplar en la cala de Tramontana, situada también al oeste de Cabo Tres Forcas. El animal, identificado como un zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), podría ser el mismo que el observado el pasado 13 de agosto. Es común identificar a los cetáceos a través de técnicas de fotoidentificación utilizando la aleta dorsal como referencia. Aunque aún no se ha podido tener acceso a los catálogos de fotoidentificación, se han tomado fotografías de los distintos avistamientos en las que se observan manchas blancas en la aleta dorsal y en el lomo, coincidentes en ambos. Es probable, por tanto, que se trate del mismo ejemplar.

Por lo general los zifios viven en aguas profundas donde bajan a comer cefalópodos, y también, aunque en menor medida, peces. Las aguas poco profundas cercanas a la costa no son su hábitat habitual. Los recuentos de avistamientos de zifios en la zona no señalan ninguno al sur de la isla de Alborán antes de 2011, tal y como se recoge en el estudio de la bióloga española Ana Cañadas. No obstante, en esta época existen pesquerías de cefalópodos cerca de esta costa, lo que quizás ha posibilitado que el animal se mantenga cercano a costa estos dos meses. Por otro lado, los avistadores informaban de que el animal presentaba un acusado estado de desnutrición, además se le vió comer plásticos, y sus buceos eran muy cortos y a poca profundidad (como se puede observar en el vídeo), lo que nos hace pensar que se encontraba en un periodo de parada para la recuperación. Los zifios son muy sensibles a perturbaciones acústicas y es común que para recuperarse del daño cambien sus largos y profundos buceos por otros más relajados. Existen un gran número constatado de varamientos masivos de cetáceos en todo el mundo, principalmente de zifios, coincidentes con el uso de sonares de frecuencias medias. La OTAN cifraba en decenas los zifios que aparecían varados tras las maniobras militares y Canarias se situó en el lugar del mundo con más varamientos de zifios por este motivo. El sistema antisubmarinos de la Armada emite a frecuencias audibles para el ser humano y a intensidades superiores a los 220 dB. Los zifios al subir a superficie para respirar hacen paradas de descomprensión, como si de un buceador se tratase, al contrario que el resto de cetáceos. Si estos animales perciben sonidos que los alarman,  suben huyendo sin hacer estas paradas de descompresión, con graves consecuencias como hemorragias internas multiorgánicas causadas por embolias grasas y gaseosas, esto merma su capacidad natatoria y provoca, en muchas ocasiones su varamiento en la costa.

En el caso del ejemplar de Tramontana habría que descartar esa causa si se mantiene la hipótesis de que es el mismo ejemplar visto el 13 de agosto, ya que las últimas maniobras navales del  Estrecho, Alborán, golfo de Cádiz y Portugal se anunciaron el 10 de septiembre. No obstante, es un caso de avistamiento destacable, debido a lo poco común que es avistar zifios en estas aguas y, aún menos, tan cerca de costa. Lamentablemente la mayoría de la información sobre estos animales se obtiene tras el varamiento, lo cual deseamos que suceda únicamente por causas naturales.

Concluyendo, nos gustaría resaltar la necesidad de la colaboración ciudadana en casos como este, ya que los vídeos y múltiples fotografías del animal nos ayudan a identificar la especie y a estudiar su distribución y comportamiento.