Representantes de la coordinadora contra la ganadería industrial acuden a Bruselas para denunciar la expansión de las macrogranjas y sus consecuencias sobre la salud y el medioambiente.
Rosa Diez Tagarro. Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial y de la Plataforma Loporzano sin Ganadería Intensiva. Revista Ecologista 98.
Representantes de la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial, de distintos puntos del Estado español, se desplazaron el pasado 21 de noviembre al Parlamento Europeo para participar en una jornada de denuncia por la proliferación de las macrogranjas, invitados por el eurodiputado de Equo Florent Marcellesi.
La Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial, surgida en 2017, aglutina a más de 40 movimientos vecinales de Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia, Andalucía, y la Comunidad Valenciana, junto a organizaciones ambientales, tanto estatales como internacionales, entre ellas Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, Compassion in World Farming, Food & Water Europe, Greenpeace y Justicia Alimentaria, que apoyan esta defensa del territorio. Durante el encuentro en Bruselas se entregó un informe sobre la situación de la ganadería industrial a la secretaria del Comité de Peticiones del Parlamento Europeo, Cecilia Wikström. Después se llevó a cabo una reunión con el grupo parlamentario europeo de Los Verdes y representantes de las asociaciones afectadas intervinieron en una conferencia en la sede del parlamento.
Los proyectos de ganadería industrial, en especial de porcino, aunque también avícolas, están proliferando de manera exponencial en los últimos con nefastas consecuencias para el medioambiente; pero también para el desarrollo socioeconómico, la salud y la calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales. En cuanto al vacuno, aunque no se experimenta el mismo crecimiento, en la actualidad existe un proyecto de más de 20.000 vacas para producción de leche en Noviercas (155 habitantes) en la provincia de Soria, que se convertiría en el más grande de Europa y uno de los cinco mayores del mundo.
Sin control
Esta proliferación no solo es desmesurada, sino también descontrolada. La Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial trasladó al Parlamento Europeo la falta de regulación y control de esta industria y su perplejidad ante los numerosos incumplimientos de normativas europeas detectados. Una situación consentida por las administraciones en su afán por fomentar, alentar e incluso subvencionar la ganadería industrial.
La petición entregada, que podría conllevar sanciones para España, denuncia que la Administración está aprobando a diario proyectos que contra la normativa. No se están respetando unos mínimos que garanticen la salud pública y el agua de boca, como son mecanismos de inspección y control, régimen sancionador y obligatoriedad de justificar con planes de abonado el uso de purines.
Directiva de agua
Se estaría contraviniendo la Directiva 91/676/CEE sobre protección de las aguas ante la contaminación producida por nitratos, ya que se sobrepasan los límites de vertidos recomendados; así como la Directiva Marco Agua. También se puso en conocimiento de los eurparlamentarios que se están aprobando normativas autonómicas sobre gestión de deyecciones ganaderas sin inspección, control ni sanción. Como consecuencia de esto, son cada vez más los pueblos de toda España que no pueden beber agua y, en otros casos, la beben sin que se avise a la población de que no es potable.
También se ha trasladado ante el Parlamento Europeo la competencia desleal de las megacárnicas españolas, que, al externalizar sus costes ambientales, pueden vender sus productos a un precio hasta un 5 % menor que otros países europeos, donde sí se aplica el principio de “quien contamina paga”.
España vulnera además el límite de emisión de amoniaco debido a la proliferación de explotaciones de porcino industrial, y también avícolas. Se incumple el techo desde que entró en vigor en 2010. El 94 % de las emisiones declaradas procede de la ganadería industrial, siendo el 21 % producidas en las explotaciones avícolas y el 73 % por el ganado porcino. El amoniaco provoca la acidificación de los ecosistemas y multiplica la creación de micropartículas en suspensión. Además, su producto de degradación es el óxido nitroso, un gas de efecto invernadero y mucho más potente que el CO2.
Antibióticos
Otro motivo de preocupación es el uso excesivo de antibióticos en la ganadería industrial, donde se utiliza el triple que en Alemania y hasta siete veces el máximo recomendado por Europa. También en relación con la salud pública, se considera grave que ante una proliferación de este tipo de macrogranjas como la que se está viviendo en España, no se estén llevando a cabo estudios epidemiológicos a pesar de las consecuencias para la salud (enfermedades pulmonares, cánceres gástricos, etc.) derivadas para la población cercana de la contaminación del aire que respiran, el agua que beben y la tierra que produce sus alimentos.
Por ello, la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial insta a investigar los incumplimientos de la normativa europea y a emplazar a las administraciones implicadas a que cumplan la normativa comunitaria; investigándose y adoptándose, además, las medidas oportunas para evitar que proyectos financiados con fondos europeos incumplan normativas comunitarias. También se solicita a Bruselas que desarrolle iniciativas legislativas que permitan una ganadería respetuosa con la salud de las personas, el medioambiente y el bienestar animal que permita un mundo rural vivo. Para la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial el encuentro en europa fue muy positivo y un reflejo, tanto de una movilización de la ciudadanía sin precedentes en el mundo rural, como del elevado número de argumentos, que aportan los movimientos vecinales y las organizaciones que se oponen a esta proliferación de la ganadería industrial en el Estado español.
Vídeo-certamen contra las cárnicas
Ecologistas en Acción de Cuenca, Albacete y Andalucía quieren apoyar la lucha de las plataformas vecinales de estos territorios, afectados por proyectos de explotaciones industriales de empresas como El Pozo e Incarlopsa, esta última proveedora de Mercadona. Por ello, están llevando a cabo una campaña de contrapublicidad a través de un vídeo-certamen que quiere recopilar vídeos sobre este modelo agroindustrial y el consumo de carne: contaminación por nitratos de aguas y tierras, maltrato animal, explotación laboral, contaminación del aire y despoblación de las zonas rurales.
Los organizadores van va a hacer una selección de vídeos que se difundirán por redes sociales y medios de comunicación para dar a conocer la verdadera imagen de El Pozo, Mercadona e Incarlopsa.