Hoy un grupo de más de 60 personas hemos acudido, convocados por la Coordinadora y Plataformas contra las térmicas, a la entrada de la fábrica de Solvay en Torrelavega con motivo de la visita real, para expresar nuestro rechazo a la térmica de 500 MW que Enel-Viesgo pretende construir en los terrenos de Solvay, así como poner en primer plano algunos problemas medioambientales que esta fábrica genera.

Con motivo de su Centenario, Solvay está aprovechando para llenarse de galas. La semana pasada sus máximos dirigentes han prometido nuevas inversiones y mejoras ambientales.

La visita real que hoy ha recorrido la fábrica supone un espaldarazo a esta empresa que efectivamente ha creado puestos de trabajo y riqueza, pero apelando a su responsabilidad social, precisa mejorar sus sistemas de producción pues tiene problemas importantes:
- Sigue utilizando el mercurio en su producción, de tal manera que
vierte al aire y al agua uno de los metales más peligrosos porque se
concentra en la cadena trófica y se acumula en el organismo. Hay tecnología para producir cloro sin utilizar mercurio, pero Solvay de momento no lo ha modificado a pesar de las peticiones que se han realizado.
- Es la mayor emisora de CO2 de Cantabria y lanza a la atmósfera
elevados porcentajes de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas.
- Esta misma empresa consume y lanza en Usgo directamente al mar por una tubería 13 millones de metros cúbicos al año de residuos.

Ahora mismo está apoyando un proyecto de instalación de una central térmica de gas de 500 MW, promovido por ENEL-VIESGO, dentro de sus terrenos. No es una instalación necesaria para Solvay quien dispone de varias centrales térmicas pequeñas y medianas que le proveen de electricidad y de vapor de agua suficiente para su producción. En el año 2.004 Solvay vendió el 66,56% de la electricidad que produjo.

Solvay debiera centrarse en mejorar sus sistemas de producción como ha manifestado la semana pasada y ofertar a los habitantes de la Comarca una mejora sustancial en la calidad del aire, precisamente en la zona más contaminada de Cantabria.