La industria ganadera es una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero y otros gases contaminantes, conlleva grandes consumos de agua a la vez que la contamina con nitratos y propicia la pérdida de fertilidad de la tierra. Para un futuro sostenible es imprescindible poner fin a la ganadería industrial.

El consumo excesivo de productos de origen animal provoca además graves problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, cáncer colorrectal, diabetes y obesidad. Asimismo extiende una situación que la OMS considera ya hoy un gran problema de salud pública: la resistencia a los antibióticos.

Las condiciones de vida de los animales confinados y hacinados en las explotaciones industriales no permiten el desarrollo de sus comportamientos naturales, su salud es muy precaria y están sobremedicados y estresados. Todo está pensado únicamente para el mayor rendimiento económico posible.

Por todo ello, lo mejor para el planeta, nuestra salud y los animales es reducir nuestro consumo de productos de origen animal, y que este sea de calidad, de ganadería extensiva y agroecológica. Por un futuro sin ganadería industrial.