“EL CAMBIO CLIMÁTICO Y SU NECESIDAD EN EL DEBATE ELECTORAL”

Estimada candidata o candidato:

Se ha iniciado la campaña electoral para elegir a la máxima autoridad municipal. Muchas personas que vamos a acudir a votar el próximo día 26 de mayo quisiéramos que entre los diversos temas que tratéis se encuentre en un lugar prioritario el Cambio climático. Se trata de un asunto de la máxima preocupación que, como en el resto del Estado español, es considerado de manera creciente como uno de los mayores problemas actuales y la mayor amenaza que pesa sobre el futuro más próximo.

Cuando nos referimos a los efectos del Cambio climático, lo hacemos sin alarmismo pero con gravedad y preocupación; no basados en hipótesis sino en evidencias, en realidades de las que de manera precipitada estamos siendo testigos. El Cambio climático ya nos está afectando y amenaza con hacerlo con efectos aún peores a medio y largo plazo si no actuamos ya.

                      Playa de la Barrosa, años 70

Chiclana es una ciudad costera del sur de Europa situada en la Bahía de Cádiz. Ése es nuestro más elemental y concreto punto de partida. Existen pruebas medidas, hechos constatados del efecto del Cambio climático en todas las costas españolas. Por cada centímetro que sube el nivel del mar, la línea de costa retrocede un metro. Nosotros, año tras años, comprobamos cómo vamos “perdiendo” playa, cómo La Barrosa va disminuyendo de manera imparable y cómo los episodios de pérdida de arena van siendo cada vez más intensos y más frecuentes. Ya ha empezado el debate sobre a qué playas tenemos que seguir aportando arena y quién debe pagar la factura de la regeneración. Pero, además, casi de manera imperceptible y sin que hablemos de ello, la intrusión marina está salinizando poco a poco el acuífero costero.

La ciudad, por mencionar algún aspecto más de este problema poliédrico, no se está preparando para combatir las olas de calor cada vez más frecuentes, con temperaturas más elevadas y con afecciones a la población cada vez mayores. Desgraciadamente los árboles de gran envergadura que cubran amplias superficies son la excepción dentro de la ciudad y la pérdida de arbolado en el término no para de avanzar.

Nos gustaría que debatieseis sobre estos y otros extremos: con contundencia, seriedad y realismo, así como que nos expongáis vuestras propuestas tanto de mitigación como, sobre todo, de adaptación.

Chiclana forma parte desde hace unos diez años de la Red Europea de Ciudades para el Clima y la Energía y tiene unas obligaciones a las que se comprometió voluntariamente: llevar a cabo actuaciones de mitigación y, de manera muy especial, a la implantación de estrategias de adaptación a los efectos adversos del Cambio climático.

                    Playa de la Barrosa, año 2018

No es un asunto exclusivamente local pero estamos convencidos que el futuro de Chiclana, del planeta, está en nuestras manos. Y ese futuro depende de lo que hagamos ahora.