La empresa Aramón S.A. comenzó en fechas recientes las obras de urbanización del valle pirenaico de Castanesa para la ampliación de la estación de esquí de Cerler. Ayer martes 17 dichas obras fueron paralizadas al ser ilegales y no contar con los preceptivos estudios y permisos previos necesarios para su inicio.

La ampliación de Cerler por Castanesa es un proyecto del pasado, de la época de la burbuja inmobiliaria, que contaba con una declaración de impacto ambiental (DIA) aprobada en el 2010. Dicha DIA está en estos momentos obsoleta y desfasada, no incorpora la cuantiosa legislación al respecto aparecida en el último lustro, no contempla la situación del cambio climático ni un estudio de innivación (en una estación que depende de la existencia de nieve) ni incorpora el cambio fundamental que supone que el plan de ordenación urbanístico en el que se basa la construcción de la estación fuera anulado por los tribunales dejando dicha construcción sin base legal.

A pesar de todo ello, esta DIA, aún obsoleta y desfasada, marcaba unas condiciones mínimas (un condicionado ambiental) a cumplir previas al inicio de las obras. Sin embargo la empresa Aramón S.A. había comenzado dichas obras sin cumplir con dicho condicionado mínimo y saltándose la escasa legalidad que tenía que cumplir.

Por ello, dichas obras son ilegales y ello motivó su paralización por la autoridad competente en el día de ayer. Son varios los puntos del condicionado ambiental que se incumplen o sobre los que existen dudas sobre su cumplimiento (estudios previos de flora y fauna, exclusividad de uso de la zona…) pero otros se incumplen con toda claridad como la ausencia del obligatorio estudio previo de patrimonio arqueológico en una zona plagada de yacimientos megalíticos catalogados y que debía haber sido supervisado por la Dirección General de Patrimonio Cultural, que ahora ha entrado en escena y ha motivado la paralización de las obras.

Desde la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón y Ecologistas en Acción aplaudimos esta medida que reconoce la ilegalidad del proyecto y que detiene la urbanización de un valle de alta montaña de un incalculable valor natural y cultural.

Un hecho que demuestra también el nulo respeto que la empresa Aramón S.A. siente por los territorios de montaña y por la legalidad vigente.

Con todo, las máquinas ya habían estado trabajando durante varias jornadas, de manera ilegal y sin permisos, en esta valiosa zona, provocando importantes daños que ahora deberán ser evaluados y acarrear las correspondientes sanciones a la empresa infractora. Esperemos que dichos daños sean los menores posibles y que este sea el último capítulo de un modelo de especulación urbanística en nuestras montañas que ya pensábamos olvidado.