• Ecologistas en Acción interpuso, hace meses, denuncias ante la Confederación Hidrográfica del Tajo, la Consejería de Sanidad y el Ayuntamiento de Madrid por el vertido de miles de litros de aguas fecales a varios arroyos del monte Valdelatas. Hasta la fecha ninguna administración ha tomado medidas y todo sigue igual.
  • Los vertidos parecen proceder de instalaciones públicas: centros educativos y residencia de mayores.
  • Ante la desidia de las administraciones, personas usuarias del monte, en colaboración con Ecologista en Acción, lanzan Amigas de Valdelatas, un proyecto para recuperar y defender un espacio de vidas y oxígeno en Madrid.

El monte o dehesa Valdelatas es un pinar mixto con encina y fresno con una extensión de 300 hectáreas que se encuentra atravesado por numerosos cursos fluviales. Es de propiedad pública y se sitúa al noreste del municipio de Madrid, penetrando el extremo sureste en el municipio de Alcobendas. Por su valor natural, Valdelatas está declarado monte preservado por la Ley Forestal y de Protección de la Naturaleza de la Comunidad de Madrid.

Entre finales del año 2018 y principios de 2019, un grupo de personas vinculadas a la educación detectaron la contaminación por vertidos de aguas fecales, en varios arroyos del monte. Preocupadas por el deterioro del medio ambiente y el riesgo para la salud de las personas que supone esa situación, denunciaron los hechos ante el Ayuntamiento de Madrid, sin que tomara ninguna medida. Por ello, la pasada primavera se pusieron en contacto con Ecologistas en Acción.

Tras recorrer el monte se comprobó la existencia de tres zonas de vertidos, dos de ellas afectan al arroyo Vallegrande. Una se localiza en las proximidades de la depuradora de la Ciudad Escolar Provincial y la segunda proviene de la rotura de una tubería que desborda un caudal de agua fecal que desemboca en el mismo arroyo. Esta tubería puede proceder de la Ciudad Escolar Provincial, de la residencia de mayores, del colegio San Fernando o de varias de ellas. En la zona del vertido se observaron heces humanas y restos de papel higiénico. El olor es muy fuerte y desagradable.

La tercera zona de vertido se encuentra al norte del arroyo Almenara, dos tuberías de grandes dimensiones procedentes de una depuradora situada entre el Complejo Científico de Investigación de la Universidad Autónoma de Madrid y el campo de tiro Canto Blanco, vierten un importante volumen de aguas fecales. El arroyo Almenara cruza el monte por el lado este, de norte a sur y desemboca en el arroyo Valdelacasa que atraviesa el polígono industrial de Alcobendas.

Este vertido es el de mayor envergadura. El olor de las aguas fecales llega a ser insoportable en algunas zonas. De hecho en el tramo del arroyo que discurre por Alcobendas, el Ayuntamiento ha colocado un cartel en el que se puede leer “Aguas contaminadas”.

El pasado mes de junio, Ecologistas en Acción denunció los hechos, ante la Confederación Hidrográfica del Tajo. En julio se hizo ante el Área de Gobierno de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. También se expusieron los hechos ante la Consejería de Sanidad por el riesgo para la salud de las personas que puede tener el que discurran aguas fecales a cielo abierto en una zona muy frecuentada por familias, deportistas, paseantes, mascotas, etc.

Hasta la fecha, sólo ha contestado la Consejería de Sanidad pero simplemente para comunicar que solicitaba información a la Consejería de Medio Ambiente. Hasta ahora ninguna administración ha tomado medidas. Los vertidos siguen exactamente igual, afectando a un monte protegido y siendo un riesgo para la salud de las personas que utilizan la zona como área de paseo y descanso.

Ante la pasividad de las administraciones, la ciudadanía ha tomado la iniciativa de defensa del monte Valdelatas y de difusión de su problemática. Por ello, se ha creado el proyecto Amigas de Valdelatas, para recuperar y defender un espacio de vidas y oxígeno. El proyecto inicial se prolongará en el tiempo hasta junio de 2020. Está dividido en varias fases cuyos objetivos son dar a conocer el problema y el valor de la dehesa, formar a un grupo de personas interesadas, diseñar un programa de paseos y diagnóstico, diseñar un programa y prioridades y de actuaciones y ejecución de esas actuaciones. Para ponerlo en marcha se pide la colaboración de todas aquellas personas con sensibilidad para defender un espacio forestal común.