Ecologistas en Acción reconoce el peligro real que representan tanto los árboles que están inclinados y que habría que talar, como las ramas horizontales gruesas, que habría que podar urgentemente. Sin embargo, la asociación ecologista considera desmesurado eliminar todos los chopos porque, a pesar de su edad avanzada, están sanos (no se aprecian hongos de pudrición) y merecen respeto como parte del paisaje urbano.

La decisión municipal obedece, al parecer,  a  las demandas de los vecinos, pero una petición en change. org “No a la tala de la chopera…” demuestra que no todos quieren que los árboles desaparezcan

La tala y poda selectivas de los ejemplares y elementos peligrosos, si bien resulta más compleja técnicamente y por lo tanto más cara, armonizaría la conservación del parque con la exigible seguridad del mismo.

Estas arboledas, sobre todo las que están formadas, como en este caso,  por árboles maduros de gran porte, ofrecen  sombra, calidad ambiental y belleza estética. Sin olvidarnos de las aportaciones ambientales derivadas de su carácter de refugio para la fauna, corredor ecológico y capacidad purificadora del aire al producir oxígeno y absorber y fijar contaminantes y CO2. Además, en cuanto a las políticas locales, la revegetación y el incremento del arbolado son elementos clave en  todas las guías metodológicas de mitigación y adaptación al cambio climático.

La loable voluntad manifestada por el Concejal delegado de medio ambiente, D. Luis Miguel García Copete,  de duplicar el número de árboles del área con especies autóctonas, se vería favorecida igualmente  por la preservación de los ejemplares sanos y vigorosos qué,  con su sombra, ayudarían a proteger el desarrollo de los nuevos plantones.

Ecologistas en Acción ha solicitado al Ayuntamiento de León el informe técnico que avala la solución anunciada, así como el acuerdo de la Junta de Gobierno que lo aprueba y el preceptivo informe de la Confederación Hidrográfica del Duero, pues los árboles se encontrarían en Zona de Policía del río Bernesga.  Un estudio detallado de dichos informes permitirá una valoración más precisa de la que a priori, parece ser una solución fácil y barata, pero no la más respetuosa con el patrimonio forestal de la ciudad.