• Ante las agresiones que está sufriendo el navazo de San Salvador y las amenazas de urbanización que se ciernen sobre los navazos litorales.
  • Ecologistas en Acción y La Borraja se han concentrado, para proponer su conservación declarando no urbanizables los sectores 2 y 3 de Verdigones.

El navazo de San Salvador era el único que mantenía hasta ahora la estructura y funcionamiento tradicional, lo que lo había convertido en el emblema del movimiento social por la protección de estos agrosistemas tradicionales. Dicho navazo está sufriendo un grave deterioro: La mayor parte de la vegetación de los bardos ha sido destruida, la base de los mismos ha sido envenenada con herbicidas, se ha eliminado la estructura tradicional en cuartelás, gavias y tollo central, y se ha construido un pozo elevado de cemento. Ecologistas en Acción y La Borraja reclaman la recalificación de los sectores de Verdigones 2 y 3 y la protección de todos los navazos litorales.

El navazo situado junto al Baluarte de San Salvador ha sido durante décadas el emblema de los navazos sanluqueños debido a que ha venido conservando la estructura y el funcionamiento tradicional: el policultivo, la división en cuartelás, las gavias y un tollo central; los bardos y vallados con una vegetación de tuyas, chumberas, olivos, retamas, vides silvestres y diversas plantas de matorral mediterráneo en las que vive una fauna igualmente diversa de aves, multitud de invertebrados y reptiles, entre la que destaca la presencia del Camaleón común. Quede aquí nuestro homenaje a los navaceros que con amor a la tierra lo han cultivado durante todo este tiempo, así como a los campesinos y campesinas sanluqueñas que son memoria viva de los navazos.

Lamentablemente en los últimos meses el navazo ha cambiado a peor: la vegetación de 3 de los 4 bardos ha sido completamente eliminada. Previamente se fumigó con herbicidas la franja inferior en todo el perímetro de los bardos. La vegetación en seto de los bardos (vallaos) es un refugio de gran importancia para la flora y fauna. Decenas de camaleones han podido morir y se ha perdido el hábitat para otras especies (micromamíferos, aves, reptiles…). El tollo central que existía desde hace mucho tiempo ha sido destruido y se ha construido un pozo con paredes elevadas de ladrillo. Los tollos funcionan como pequeñas lagunas naturales que albergan una rica biodiversidad en especial de invertebrados y anfibios (ranas, sapos, gallipatos…). La mayoría de estos animales necesita entrar y salir del agua a menudo. Las paredes del pozo impiden el paso de la fauna que ya no podrá vivir allí.

Este navazo ha sido la imagen principal de las campañas de La Borraja y Ecologistas en Acción y ha trascendido el ámbito local, y se ha dado difusión en varios medios de comunicación de cobertura regional. Igualmente ha sido visitado por profesores y alumnos de la facultad de Geografía de la Universidad de Sevilla, varias ONGs de ámbito andaluz, apareciendo incluso en una revista de investigación internacional. La comunidad científica ha reconocido y divulgado el valor medioambiental y cultural de los navazos, dejando constancia de su importancia. Recordamos el pionero José Valverde Álvarez que describió y dibujó los navazos ya en 1959; a Loïc Ménanteau que incluyó los navazos en un artículo del volumen II sobre el río Guadalquivir (pág. 349) y finalmente a nuestro compañero Rubén Sánchez, el mayor experto actual en el tema que nos ocupa, que dedicó un capítulo de su reciente tesis doctoral a los navazos y mantiene un detallado blog sobre los mismos.

Todavía estamos a tiempo de parar esta barbaridad tanto cultural como ambiental. Un plan urbanístico que no ha sido ejecutado después de 20 años, y que no responde a una necesidad real de la población puede y debe cambiarse por alternativas más ecológicas. Es indispensable que los sectores de suelo urbanizable no programado Verdigones 2 y 3, que todavía no han sido desarrollados, sean recalificados como suelos no urbanizables de especial protección. La justificación es que en estas zonas se encuentran los navazos de marea mejor conservados, que hasta el momento no tienen ninguna figura de protección y corren peligro de desaparecer. También, ante la amenaza de borrascas cada vez más fuertes, los bardos y las dunas forman un cordón de protección en contra de la erosión y de las fuertes corrientes. Desafortunadamente, la franja de litoral arenoso de Sanlúcar (entre Bonanza y la Rijerta) está casi totalmente urbanizada. Salvar esta zona de la urbanización permitiría una gran mejora de su calidad ambiental salvando la población de camaleones existente. La propuesta permitiría la regeneración ecológica de las zonas dunares litorales, y de buena parte de los navazos que podrían cultivarse de forma tradicional y como huertos sociales.

El Navazo. Un ejemplo de Patrimonio Rural