• Ecologistas en Acción presenta su posicionamiento sobre el coche eléctrico y señala, como una de sus principales ventajas, la reducción de emisiones de CO2 y gases contaminantes respecto al coche de combustión interna.
  • Sin embargo, el coche eléctrico hereda grandes problemas del automóvil de combustión, como los accidentes o la ocupación de espacio público. Además, presenta el inconveniente de necesitar baterías construidas con minerales cuya extracción genera grandes impactos ambientales y sociales.
  • Ecologistas en Acción concluye que la transición ecológica en el transporte debe llevar a un modelo basado en el transporte activo (desplazamientos a pie y en bicicleta), el transporte público y en el que todos los vehículos sean cero emisiones.

Ecologistas en Acción ha presentado  su posicionamiento sobre el vehículo eléctrico. Se trata de un documento generado a partir de intensos debates en el seno de la organización ecologista durante el año 2019 y que fue aprobado en la Asamblea General de la confederación en diciembre de ese mismo año.

La organización ecologista reconoce ventajas al vehículo eléctrico, sobre todo en lo que respecta a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, que cifra entre el 17 % y el 30 %. Una reducción considerable de las emisiones de gases contaminantes, que genera menos residuos peligrosos y puede reducir la contaminación acústica.

Sin embargo, Ecologistas en Acción recuerda que el coche eléctrico comparte muchos de los impactos generados por el  vehículo de combustión interna, entre ellos la ocupación del espacio público y los accidentes de tráfico. Además, fomenta igualmente el sedentarismo y sus enfermedades derivadas, como diabetes, hipertensión, sobrepeso o enfermedad cardíaca.

Asimismo, para la organización ecologista es fundamental recordar que la fabricación de coches eléctricos requiere de grandes cantidades de minerales escasos como el litio, el cobalto o el níquel que se extraen principalmente en el Sur global, donde esa extracción ya está causando graves problemas ambientales y sociales, incluso de vulneración de los derechos humanos.

Ecologistas en Acción recuerda que los grandes índices de motorización de las sociedades occidentales (del orden de dos personas por automóvil) no son extrapolables al resto del mundo, sean vehículos eléctricos o de combustión. Cualquier estrategia en el transporte, vista desde una óptica socialmente justa y ambientalmente sostenible, debe pasar por una clara reducción en el uso de energía y materiales, es decir, por una disminución del número y tamaño de los vehículos.

Para evitar al máximo los impactos, Ecologistas en Acción propone un modelo de transporte y movilidad basados en los desplazamientos a pie y en bicicleta, la priorización del transporte público complementado por servicios de coche compartido, taxis y transporte a la demanda. El coche privado sería un elemento raro en este modelo, y desde luego sería cero emisiones.

La organización ecologista recuerda que un modelo basado en estas premisas tendrá más dificultades en áreas rurales y de la periferia de las ciudades, donde el transporte público no suele tener un servicio apropiado. Deben ser estudiadas y se deben proponer soluciones satisfactorias y adaptadas a estas particulares circunstancias.

Por último, Ecologistas en Acción hace referencia a la necesidad de estudiar y proponer medidas ante la afección de este cambio de modelo a la industria automotriz y sobre todo a las personas que emplea.