Verdemar-Ecologistas en Acción recuerda que el murciélago escogido como especie del año 2020 es el Murciélago de bosque (Barbastella barbastellus).
La iniciativa “murciélago del año” (bat of the year) nace con la intención de dar a conocer una determinada especie de murciélago y su problemática. Por ello, desde Verdemar-Ecologistas en Acción dentro de las actividades que se realicen sobre los quirópteros se tendrán en cuenta en las batnights, mencionaremos y daremos a conocer esta especie y proporcionaremos algunos datos de interés y curiosidades.
Esta especie se encuentra amenazada en muchos estados europeos e incluso extinta en Luxemburgo y Holanda. En el caso de España se encuentra catalogada como casi amenazada (NT) y está protegida por tres convenios internacionales y varios nacionales.
Es la única especie del género Barbastella presente en Europa. Emiten ultrasonidos tanto por la boca como por la nariz y, al igual que en otros murciélagos forestales, la duración de sus pulsos es muy corta para poder orientarse correctamente en ambientes cerrados con multitud de obstáculos. Además, la forma de su sonograma es muy característica, en forma de arco convexo.
Se trata de una especie típicamente forestal que aprovecha hendiduras en árboles maduros y desconchones de su corteza para refugiarse. Es por ello, un buen indicador del estado de salud de un ecosistema forestal, ya que se ha visto que presentan predilección por los bosques con estructuras paisajísticas complejas y estructuras de borde bien conservadas.
Su dieta se basa en polillas que caza próximas a la vegetación, aunque también ingiere dípteros, coleópteros y otros insectos voladores.
Se trata de una especie muy sedentaria que apenas se desplaza para establecer sus refugios de verano e invierno
Las amenazas que sufre por toda Europa son similares y están muy vinculadas a la pérdida de masas forestales, especialmente bosques maduros y a la fragmentación de sus hábitats. El uso de pesticidas forestales también puede producir casos de muertes por intoxicación, además de reducir la diversidad y abundancia de insectos disponibles.
La explotación forestal intensiva y la consiguiente falta de árboles maduros y madera muerta reducen el número de refugios naturales y en muchas ocasiones se los puede ver también ocupando construcciones humanas como túneles, contraventanas o revestimientos de madera, ya que es de hábitos fisurícolas. En invierno también puede ocupar cuevas o grietas de roquedos.