• Sólo varios días después de aprobar, durante el estado de alarma, un decreto por la vía rápida para reducir los mecanismos de intervención en la actividad económica andaluza, especialmente los requisitos medioambientales y los plazos administrativos.
  • Ecologistas en Acción anuncia contestación social, alegaciones y los pleitos judiciales necesarios hasta llegar a cancelar este proyecto, que supondría un golpe mortal contra la salud y el medio ambiente de la gente de Nerva y de toda la Cuenca Minera de Huelva.

Ecologistas en Acción lamenta que, mientras la población está debatiéndose entre la vida y la muerte, sometida a un confinamiento obligatorio debido al decreto de estado de alarma por la pandemia de la Covid19, el Gobierno de la Junta de Andalucía esté poniendo en marcha el expediente, con el trámite de información pública, de un proyecto de la empresa Ditecsa para ampliar el vertedero tóxico de Nerva. Éste consiste fundamentalmente en construir una planta incineradora de residuos tras el rellenado de la superficie de todo el vertedero de peligrosos, tóxicos y no peligrosos, incrementando de manera notable los vertidos al río Tinto, un Corredor Verde y Paisaje Protegido que va a desembocar sus aguas en la ciudad de Huelva.

El planteamiento del proyecto se hace bajo el paraguas de una interpretación distorsionante del concepto de economía circular y de las propuestas al respecto por parte del Ministerio de Transición Ecológica. Así, el proyecto plantea una supuesta valorización de residuos, “transformando alrededor del 80% de los residuos cuyo destino final actualmente es el vertedero, en materiales recuperados con valor económico y combustibles de alto contenido energético”. Lo cual se traduce realmente, entre otras muchas actuaciones, en terminar de rellenar la vaguada de los vasos tóxicos y no tóxicos, para construir encima varias instalaciones, como una planta de combustibles creados a partir de residuos peligrosos procedentes de la fragmentación de vehículos, mezclados con residuos no peligrosos, para comercializarlo en la industria cementera; una planta de fabricación de tecnosuelos; y una incineradora en principio para biomasa.

A menos de 700 metros del pueblo se pretende, por tanto, iniciar una actividad muy perjudicial para la salud de la gente de Nerva y para su entorno, en un momento en que estamos vulnerables y asustados ante una enfermedad desconocida que está provocando cientos de miles de muertos en todo el mundo, y que día a día vamos conociendo y enfrentando para lograr superarla. Es una afrenta hacia Nerva, pueblo que cuando logre superar la pandemia, tendrá que sacrificar de nuevo su futuro, su salud y su bienestar, que no están pagados ni con la mayor de las fortunas, en lugar de ver su anhelo de cierre definitivo del vertedero cumplido.

Aunque el presidente andaluz hiciera público que los plazos administrativos se paralizaban sólo hasta el 29 de marzo, es ilegal que se inicie cualquier plazo en los procedimientos de las entidades del sector público debido al estado de alarma decretado en el ámbito de todo el territorio nacional, al menos hasta el 12 de abril. Por ello, puede pensarse que lo que se busca es evitar la confrontación social y la mala imagen para la Administración andaluza que sin duda conllevará en todos los ámbitos, incluida Europa, la repetición de una vergonzosa imposición a una población ya tan castigada por los errores anteriores.

Ante todo ello, Ecologistas en Acción anuncia contestación social, alegaciones y los pleitos judiciales necesarios hasta llegar a cancelar este proyecto y que, como viene haciendo desde hace años, va a seguir insistiendo en la suspensión inmediata de la actividad y la realización de una investigación en profundidad sobre la dudosa gestión del vertedero, un plan de recolocación de los trabajadores, haciendo una apuesta firme por las energías limpias y renovables en la Cuenca Minera.