La reserva natural

En junio de 1994 se aprobaba el Decreto 68/94 de la Comunidad de Madrid por el que se declara Reserva Natural a todo el espacio que abarca una superficie de 635 hectáreas y se aprueba su correspondiente Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN). El Plan de Gestión de la Reserva que resulta ser el principal instrumento de acción y conservación, se redactó en Enero de 2002 por la Consejería de Medio Ambiente a través del Servicio de Espacios Naturales Protegidos.

Reseña histórica

El Mar de Ontígola es un embalse artificial que ocupa una extensión aproximada de 13 hectáreas,  terminado de construir en 1572 durante el reinado de Felipe II, para regar los Jardines de Aranjuez. En su construcción participaron los mejores profesionales del momento como Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera (los mismos que proyectaron el palacio Real de Aranjuez, los sotos históricos y el monasterio de El Escorial), siendo la primera presa de tales características construidas en el territorio nacional.

En 1735 a unos 200 m aguas debajo de la presa se construyó un pequeño depósito bautizado con el nombre de Mar Chico, con el objeto de distribuir el agua embalsada hacia todas las fuentes del Jardín de la Isla, al Convento de San Pascual, Plaza de San Antonio, Huerta Valenciana y las calles situadas por encima de la cota del Canal de las Aves.

La presa fue mucho más que un alarde de ingeniería revolucionaria y renovadora de la época, según los principios de la técnica hidráulica conocida, otorgando altos valores al medio natural y un importante sentido estético de la obra.

La construcción  del dique formada por sillares calizos de piedra de Colmenar de Oreja en su frente o aguas arriba, mampostería en su parte central y nuevamente sillería en el muro de aguas abajo y contrafuertes, ubicando dos aliviaderos en sus estribos laterales y posiblemente uno central. Su base esta formada por una plataforma importante de piedra caliza.

Las dimensiones aproximadas del muro o dique en metros son: longitud 50 m, altura 7 m y anchura 13 m.

Características del medio físico

Se encuentra dentro del dominio geológico denominado Fosa Tectónica del Tajo. Las rocas dominantes y materiales antiguos están formados por margas, arcillas y yesos.

El agua dulce salobre, lo recibe del arroyo de Ontígola que presenta unas características con altas concentraciones de sales,  como consecuencia del sustrato sobre el que se asienta formado por sulfato, carbonatos y cloruros.

Posee una riqueza fáustica y botánica excepcional, estando considerado como uno de los espacios entomológicos más importantes de Europa. Su característica flora y vegetación es fundamental para el mantenimiento de las poblaciones de insectos entre las que destacan los lepidópteros. Con el paso de los años todo el entorno de la laguna se ha rodeado de un importante ecosistema natural, formando un humedal valioso tanto por su reconocido interés histórico, la riqueza del paisaje visible  desde lo alto del cerro Parnaso, como por su valor ecológico y  refugio de biodiversidad.

En el interior del humedal, varias de las especies presentes están protegidas por su rareza y singularidad algunas de ellas son endemismos de la península ibérica. Destaca la vegetación palustre compuesta por carrizo,  espadaña, juncos y algún retazo de zarzas y cañas (Arundo donax, especie exótica introducida, a eliminar). Las laderas de los cerros están pobladas por arbustos adaptados a la sequedad del suelo y carácter Gypsófilo (ricos en yesos y margas), como albardin, jabuna, atocha (el esparto), jarilla de escamas, tomillo aceitunero, romero etc. A lo largo de la senda o  camino,  encontramos tarays, retamas y una importante cobertura en ambos lados, de una planta gris plateada y hoja blanquecina de gran porte y típica de suelos salinos, llamada orzaga (Atriplex halimus).

Además de las mariposas entre las que podemos destacar la Zeryntia ruminia, Plebejus pylaon, o la grande y refinada Papilio Machain; otro de los motivos de protección de la laguna reside en su carácter de refugio y alimento  para un buen numero de especies de aves, bien en su ruta migratoria,  o residentes todo el año con  carácter permanente.

Las aves que podemos observar entre los  carrizales son: el carricero común, zorzal, zampullín, el ánade real o azulón, porrón común, polla de agua y el espectacular somormujo lavanco (Podiceps cristatus), gran buceador en busca de peces, con moño negro sobre la cabeza  y elegante silueta,  siendo el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) el ave mas emblemática del humedal por anidar entre la vegetación y ser muy fácil de observar. Esta rapaz se encuentra protegida en el catalogo de Especies Amenazadas de la CAM en la categoría de “sensible a la alteración de su hábitat”.

Entre las estivales destacan el avetorillo, la garza real  y el martinete y con la llegada del frío, procedentes del norte de Europa podemos encontrarnos con la focha común, cerceta, pato cuchara o el avetoro común.

En referencia a la población piscícola destacar a las especies de ciprínidos y posiblemente el lucio. Entre los anfibios destacar el gallipato como endemismo ibérico. Entre los reptiles destacaremos la culebra de agua y escalera y la rareza de lagarto ocelado. Finalmente entre los mamíferos estaría el conejo, erizo común, zorros y últimamente abunda el jabalí.

La intervención humana

Los aprovechamientos tradicionales han desaparecido prácticamente, y ello provoca cambios importantes en el funcionamiento del ecosistema, en concreto, el abandono de las prácticas ganaderas está perjudicando a las poblaciones de algunas mariposas, por la alteración de sus plantas nutricias.

A lo largo del pasado siglo, se cegaron y eliminaron los tres aliviaderos históricos originales de la presa, construyendo uno nuevo a principios de los noventa de doble tubo y  ladrillo sin enfoscar, auténtica metáfora de la calidad estética actual.

Entre abril – julio de 2005 la Confederación Hidrográfica del Tajo, llevó a cabo una intervención sobre el muro en el marco de un proyecto de rehabilitación, consistente en canalizar mediante una enorme tubería las aguas del Mar de Ontígola hasta el río, en previsión de un supuesto diluvio local  y evitar inundaciones.

Los preliminares del plan, consistieron en realizar múltiples sondeos sobre la superficie de coronación del  muro, profunda rebaja en la cota del mismo (con finalidad desconocida), y apeo de tierras aguas abajo del dique, construyendo una rampa al efecto y aprovechando uno de los contrafuertes, a resultas de lo cual,  fue sepultado y  con  destrozos importantes.

A consecuencia de tan espantosa intervención, se produjeron filtraciones, apareciendo múltiples vías de agua en su coronación, que provocaron al  poco tiempo,  una incontrolada proliferación de la vegetación.

¿Resulta justificable el proceder sobre el muro de forma tan descabellada e increíble, tratándose de un elemento tan notable y significativo del  patrimonio histórico  arquitectónico de Aranjuez?

¿Elevaron alguna queja, lamento y/o reclamación, nuestros ilustres representantes sentados en la Corporación?

No hace falta ser muy conspicuo  –realista diríamos-  para dar buena cuenta del motivo y fundamento de la intervención.

En 2008 este grupo ecologista denunció ante la CAM los vertidos que soportó el embalse  durante demasiado tiempo, por efluvios de aguas fecales provenientes de la estación depuradora de Ocaña (EDAR), que derramaba al arroyo de Ontígola sus aguas sin  tratamiento o muy deficiente. Dichos efluentes con una carga mineral considerable especialmente nitrogenados, supusieron un motivo importante en el proceso de avance del  excesivo carrizal.

Panorama actual

Actualmente parecen haber cesado los vertidos, pero continúan los aportes de sólidos de diferente tipo al vaso de la laguna,  caso de no ponerle freno y solución, lleva camino de provocar el colapso de la escasa lámina de agua todavía disponible, con el perjuicio evidente e incuestionable, sobre la fauna acuática que ve mermado su espacio vital y especialmente sobre las aves  que anidan en su interior o buscan refugio, por la facilidad de los depredadores en acceder a los mismos.

El elevado interés geológico, ecológico y cultural de la laguna, se encuentra muy mermado por la pérdida de  gran parte de su extensa lámina de agua, debido a la colmatación por la sedimentación de limos, lodos y materiales de escorrentía. Basta con hacer un ejercicio de comparación entre fotografías aéreas en diferentes periodos, para contrastar la colonización del carrizal sobre áreas antaño desprovistas de vegetación.

De no poner remedio urgente a este grave problema, asistiremos en escasas décadas a su total desaparición. Desde el 25 de marzo de 2015 se encuentra en la lista roja del Patrimonio que elabora Hispania Nostra.

El importante patrimonio cultural arquitectónico del muro, se encuentra sin visibilidad, resultando imposible su contemplación; por la excesiva vegetación, eliminación de aliviaderos históricos y destrucción y ocultación de sillares.

El Mar Chico se encuentra sucio, abandonado, roto  y su agua estancada y  putrefacta desprende un olor repugnante.

La senda que conduce al mirador,  en el tramo que discurre junto a la vía del tren, se encuentra casi cortada y con peligro de resbalamiento. El culpable es un rodal de cañaveras (Arundo donax), que impide el trasiego normal  por el citado punto, debiendo ser eliminado de raíz, en cumplimiento además, de la Ley de Especies Invasoras.

Los paneles informativos destinados a facilitar el conocimiento y disfrute del espacio natural por los ciudadanos,  se encuentran rotos, invisibles y faltos del más  elemental mantenimiento, actualización  y reposición.

Restos de vegetales cortados se encuentran amontonados y dispuestos para que cualquier energúmeno los prenda fuego.

Soluciones

Dragado amplio y urgente de la laguna, hasta donde consideren los técnicos responsables, procurando todas las prevenciones de conservación de la fauna, aprovechando la época del año más adecuada y minimizando daños.

Análisis y control físico-químico periódico, de la calidad de las aguas que fluyen por el arroyo de Ontígola, y vierten en la laguna, para evitar el contenido de sustancias contaminantes, fangos y demás, como consecuencia de vertidos incontrolados o ilegales.

Restauración arquitectónica del muro o dique, para recuperar sus altos valores, patrimoniales, históricos, estéticos  y paisajísticos, así como, recuperar los aliviaderos y compuertas originales.

Restauración del Mar Chico por el mismo interés citado en el párrafo anterior, recuperando la cacera histórica que partía del aliviadero situado en el estribo derecho  (actualmente cegado), y discurre paralelo al camino hasta su desembocadura en el embalse.

Reposición, mejora y actualización  de todos los paneles informativos ubicados en el espacio protegido y vigilancia periódica de la policía local, para reducir daños  por actos vandálicos.
Control y eliminación en su caso, de las especies de fauna y flora exótica  invasora por parte de la Comunidad de Madrid, a través de su Dirección General del Medio Natural,  por ser la administración responsable de su gestión y conservación, así como, todas las tareas de limpieza y repoblación de especies nutricias, para la importante fauna de lepidópteros.