• Un consorcio británico lleva años desarrollando campañas de investigación en las aguas próximas a las Islas Canarias buscando cobalto, tierras raras y otros metales, la última este mes.
  • Denuncia que el Ministerio de Asuntos Exteriores haya otorgado un permiso de investigación al buque británico James Cook para realizar prospecciones en el monte Tropic.

Ben Magec-Ecologistas en Acción denuncia que en el pasado mes de septiembre el buque de investigación británico James Cook volvió a partir desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife para reanudar las investigaciones de minería submarina el Monte Tropic, situado a 250 millas náuticas (463 km) al suroeste de la isla de El Hierro, y donde ha continuado extrayendo muestras de mineralizaciones de costras y nódulos de ferromanganeso, fosforitas y rocas volcánicas mediante un minisubmarino no tripulado.

Los ecologistas alertan de que estas investigaciones suponen una agresión a estos hábitats prístinos submarinos, que incluyen especies vulnerables de corales y campos de esponjas. A pesar de tratarse de ecosistemas extremadamente delicados, el Monte Tropic carece de cualquier figura de protección ambiental, al estar más allá de la Zona Económica Exclusiva. El monte continúa actualmente en disputa entre España y Marruecos (y Sahara Occidental, por otra parte) a raíz del solapamiento de las propuestas de plataforma continental ampliada de los dos Estados.

El buque británico lleva realizando prospecciones submarinas en aguas al sur de Canarias desde 2016 dentro del proyecto “MarineE-tech” que recibe una asignación millonaria del gobierno británico. Este proyecto está coordinado por el National Oceanography Centre (NOC) y el British Geological Survey y a pesar de no incluir a ninguna institución española, sí firmó un Memorando de Colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España que ocasionalmente participa como “invitado”.

Ben Magec-Ecologistas en Acción censura que el Ministerio de Asuntos Exteriores haya concedido un permiso de investigación al buque británico para operar en la plataforma continental española más allá de las 200 millas náuticas, y pide que se establezca una moratoria a la investigación minera submarina mientras no se evalúen los impactos ambientales de este tipo de intervenciones, del mismo modo que es exigible para cualquier prospección minera en tierra.

Varios Estados han mostrado interés en explotar comercialmente los depósitos próximos a las Islas Canarias, cortezas de ferromanganeso, aunque también existen zonas de fosforitas, nódulos de manganeso (en el Tropic) y depósitos de sulfuros masivos (al sur de El Hierro). Se ha estimado que las cortezas con interés comercial (con mineralizaciones ricas en cobalto) se extienden sobre una superficie de más de 16.000 km2, cubriendo casi todas las elevaciones de los montes submarinos, así como otras zonas entre Gran Canaria y Fuerteventura, al noroeste de Lanzarote y en las proximidades de La Palma y El Hierro.

Además de la presencia generalizada de cobalto, las investigaciones realizadas en buena parte de los montes submarinos de Canarias mostraron ocurrencias significativas de níquel, cobre, niobio, vanadio, tierras raras, itrio, hafnio y elementos del grupo del platino. En 2017 se anunció la existencia de un depósito de 2.600 toneladas de telurio en el monte Tropic, con enriquecimientos 10.000 veces superiores a los valores medios en la corteza terrestre.