Los vertidos contaminantes procedentes de aglomeraciones urbanas que actualmente no depuran sus aguas residuales y de aquellas que realizan un deficiente tratamiento, constituyen uno de los problemas ambientales más importantes en Andalucía. Estos vertidos, junto con las aguas de descarga de las industrias, constituyen la principal presión significativa de fuente puntual en las cuatro Demarcaciones Hidrográficas andaluzas.

Las aglomeraciones urbanas cuyos vertidos son No Conformes o insuficientemente depurados pueden ocasionar un daño sustancial en la calidad del agua del medio receptor, supone un riesgo para el sistema natural de los cauces receptores de los vertidos y, en determinados casos, dan lugar a impactos en zonas protegidas ligadas a masas de agua como las Zonas Sensibles, las Reservas Naturales Fluviales o los tramos piscícolas.

El problema de la contaminación urbana se ve agravado en las masas que sufren además sobreexplotación de los recursos para uso agrícola, porque hay menos caudal ecológico y con ello menor capacidad de autodepuración de la carga biológica de los vertidos.

Es tan grave el problema de la ausencia de depuración, así como el mal funcionamiento de una parte de las construidas, que la Comisión Europea tiene abierto hasta cinco procedimientos de infracción contra el Reino de España por incumplimiento reiterado de la Directiva 91/271/CEE relativa al tratamiento de las aguas residuales urbanas. Alguno de ellos ha llegado hasta el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), imponiendo multas coercitivas de varios millones de euros hasta que no se logre resolver la falta de infraestructuras de depuración en determinadas localidades.

Las aguas residuales urbanas tienen una composición y unas características típicas que son fundamentales conocer para determinar el tipo de tratamiento más adecuado para reducir la contaminación en origen antes de devolverla al medio una vez depurada.

Los municipios están obligados por normativa a tratar las aguas residuales urbanas a través de infraestructuras que someten al agua bruta a tratamientos físicos, químicos y biológicos antes de volverla a verter a los cauces públicos.

Además, cualquier actividad económica, incluido los Entes Locales, tienen que solicitar a la Administración hidráulica correspondiente una autorización de vertidos. Es ahí donde se establecen los límites para los distintos parámetros a los que están obligados a analizar.

Pero, ¿dónde puedo consultar qué tipo de infraestructura hay en mi localidad? Y las analíticas que se realizan para saber si los vertidos son conformes a normativa, ¿dónde se encuentran? En esta guía te explicamos cómo funciona una Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). Y también la normativa que regula los vertidos a cauce público y las condiciones que tienen que cumplir los efluentes antes de verterlos a los cauces.

Con el acceso a toda esta información, con la consulta de la normativa y la correspondiente autorización de vertidos es posible determinar si nuestras depuradoras son conformes y no están contribuyendo a la contaminación de las masas de agua receptoras de los vertidos.