Los rápidos cambios de las últimas décadas están llevando al guirre al borde de la extinción. Esta subespecie endémica de alimoche, exclusiva de las Islas Canarias, está en una situación crítica, con poco más de cien ejemplares.

El guirre o alimoche canario, es el único buitre que habita las Islas Canarias. Se trata de una rapaz carroñera, cuya dieta se basa principalmente en cadáveres de ganado y pequeños animales muertos, además de otros restos como basuras y excrementos. Antiguamente era la rapaz diurna más abundante del archipiélago, siendo las poblaciones más numerosas las de Gran Canaria y Tenerife, mientras que en Fuerteventura y Lanzarote se les consideraba comunes, aunque sin llegar a tan altas densidades. En La Gomera se citaba como escaso, y en el pasado quizá pudo haber existido en El Hierro y La Palma (1).

Pero los radicales cambios producidos en la economía canaria, tales como la industrialización, desarrollo turístico, aumento de la población humana, electrificación rural, reducción de la ganadería o el empleo masivo de pesticidas, llevaron a la especie al borde de la extinción en el archipiélago, desapareciendo en menos de 50 años de la mayoría de las islas. Actualmente, la población canaria de alimoche encuentra su último refugio en la isla de Fuerteventura, y está catalogada como “en peligro crítico de extinción”.

Desde 1999, un equipo de la Estación Biológica de Doñana, viene desarrollando un amplio trabajo de investigación a través de sucesivos convenios de colaboración con el Cabildo de Fuerteventura, Gobierno de Canarias y Ministerio de Medio Ambiente, que tiene como objetivo principal responder a dos preguntas: ¿por qué se extingue el guirre y qué debe hacerse para evitarlo?

Costumbres y hábitos alimenticios

El alimoche en el continente europeo es un ave migratoria, pero en Canarias, al igual que en Baleares o Cabo Verde, es sedentario, estando presente en el archipiélago durante todo el año (2).

Utilizan sus enormes alas para planear hábilmente, aprovechando las corrientes de aire caliente ascendente. El guirre tarda 5 años en convertirse en adulto y poder criar por primera vez. Durante esos años, su oscuro plumaje juvenil va aclarándose poco a poco hasta hacerse blanco y negro como el de los adultos.

Los guirres, al igual que el resto de buitres, son animales gregarios que habitualmente se reúnen para alimentarse en torno a las carroñas, así como para descansar en dormideros comunales (3). Los dormideros se asocian generalmente a densidades altas de reproductores y a fuentes de alimento predecibles. Desde el punto de vista de conservación, los dormideros comunales son extraordinariamente importantes, puesto que reúnen a fracciones muy significativas de las poblaciones no reproductoras (4). En Fuerteventura la práctica totalidad de la población duerme sobre torretas de tendidos eléctricos, identificándose esta circunstancia, como veremos más adelante, como una de las principales amenazas para su supervivencia.

En cambio, durante la época reproductora, los guirres son animales territoriales que defienden activamente un área de extensión variable, donde construyen sus nidos en cuevas o repisas inaccesibles a partir de mediados de febrero, volando los pollos a lo largo del mes de julio.

Situación crítica

El seguimiento detallado de cualquier población de una especie amenazada es el paso básico que permite obtener la información necesaria para diagnosticar tanto el estado de la población como sus principales amenazas. Luego, sobre esta base, es factible determinar las medidas de conservación más adecuadas. Para realizar este seguimiento, una herramienta imprescindible es el marcaje de individuos.

Se ha dedicado un enorme esfuerzo a lo largo de estos años para capturar y marcar tanto pollos en el nido como individuos de otras edades, con anillas metálicas y plásticas, que permiten la identificación individual a distancia. A todos ellos se les extraía una pequeña muestra de sangre y se recogían diferentes medidas corporales, que han aportado información muy valiosa. Al mismo tiempo se realizaba un seguimiento detallado de la población que incluía censos, localización de territorios ocupados y control de la reproducción, localización de los lugares de alimentación y de agregación nocturna –dormideros–, identificación de las áreas de la isla que utilizan los guirres e identificación de las principales causas de mortalidad.

El declive de la población canaria de guirre se ha estimado en cerca de un 90% desde mediados del siglo pasado (5), conservándose actualmente nada más que una población de cierta entidad en la isla de Fuerteventura y una o dos parejas en Lanzarote y archipiélago Chinijo, estas últimas con un futuro más incierto si cabe. La población actual canaria no supera los 140 individuos y tan sólo quedan aproximadamente 30 parejas reproductoras (6).

A través del análisis bioquímico de las muestras de sangre hoy sabemos que los guirres, en general, están bien alimentados. Sin embargo, los análisis de contaminantes realizados en tejidos como sangre, plumas, cáscaras de huevo o huesos revelaron otros datos muy interesantes, como por ejemplo la presencia de compuestos organoclorados (DDT, DDE y TDE) y PCB, aunque no en niveles elevados. En cambio sí se detectó la presencia de plomo en concentraciones suficientemente elevadas como para llegar a ser nocivo. El plomo es un metal pesado altamente tóxico, que puede causar la muerte de los individuos, producir efectos subletales diversos y afectar a la reproducción (8). La fuente resultó ser la ingestión de perdigones al consumir piezas de caza no cobradas.

Mortalidad elevada

El factor limitante más importante para la conservación del guirre en Fuerteventura es en estos momentos la elevada mortalidad no natural. La situación se agrava aún más al tratarse en la mayoría de los casos de aves adultas o casi adultas. En aves de larga vida y madurez sexual retardada como el guirre, la pérdida de individuos en esta clase de edad puede resultar un factor determinante para el futuro de la población.

Dentro de las causas de mortalidad no natural, los accidentes en tendidos eléctricos constituyen actualmente su principal amenaza, seguido de la intoxicación por ingestión de plomo. Últimamente se están registrando también graves episodios de envenenamiento y en menor medida se han detectado casos de persecución directa, como expolio de nidos o disparos.

Desde el año 2000 se han producido nada menos que 31 accidentes en diferentes tendidos eléctricos propiedad de Unelco-Endesa. Los accidentes se pueden producir por electrocución, colisión o enganche (9) y su mitigación es hoy día uno de los pilares para la conservación del guirre en Fuerteventura.

Lamentablemente el uso ilegal de venenos se está extendiendo en la isla de forma alarmante, afectando muy severamente a la población de guirres. Desde el año 1999 se tiene constancia de la muerte de 18 ejemplares por causa del veneno. Pues bien, 11 de estas muertes se produjeron sólo desde principios de 2004. Los venenos se dirigen principalmente en Fuerteventura contra cuervos, aguilillas o perros asilvestrados, ante la creencia generalizada de que causan graves daños al ganado doméstico y a las especies cinegéticas, y son en su mayoría pesticidas agrícolas organofosforados.

Recomendaciones de conservación

Mucho se ha avanzado tanto en el conocimiento de los problemas de esta singular ave como en la identificación de las actuaciones más adecuadas y urgentes que deben llevarse a cabo. Es hora ya de ponerlas en marcha de forma eficaz.

Se recomiendan las siguientes medidas de conservación básicas para salvaguardar la población majorera de guirres:

  • Corrección de los tendidos eléctricos más peligrosos mediante medidas adecuadas.
  • Sustitución de los perdigones de caza de plomo por otros de materiales no tóxicos.
  • Limitación de actividades humanas en los territorios de cría y dormideros.
  • Mantenimiento y gestión adecuada del comedero existente y creación de otros dos más.
  • Plan de actuación contra el uso de venenos.
  • Campañas de concienciación y educación ambiental entre la población.
  • Mantenimiento en condiciones óptimas del grupo de guirres cautivos existente en canarias, con vistas a futuros proyectos de cría en cautividad y reforzamiento de las poblaciones.

Ana Trujillano y Laura Gangoso, Estación Biológica de Doñana, CSIC. El Ecologista nº 44

¿Qué se ha hecho hasta ahora?
Creación en 1999 del único comedero existente en la actualidad en Fuerteventura.
Campañas de sensibilización y educación ambiental sobre el guirre.
Corrección del tendido eléctrico utilizado como dormidero principal de la especie en la isla, identificado como el más peligroso.
Obtención de financiación comunitaria a través de un proyecto LIFE que recoge las principales recomendaciones de conservación fruto de este trabajo y que, si se gestiona adecuadamente, servirá para frenar el acusado declive que viene sufriendo esta joya canaria.
Únicos en el mundo
Los análisis biométricos demostraron que los guirres son diferentes al resto de alimoches, resultando ser más grandes en todas las medidas comparadas.
Los análisis genéticos confirmaron que la población canaria de guirres está diferenciada hasta el punto de que se considera como una nueva subespecie endémica canaria, denominada Neophron percnopterus majorensis (7). Estos mismos análisis también pusieron de manifiesto que los guirres canarios presentan una bajísima variabilidad genética, cuyos posibles efectos se están investigando en la actualidad.

Bibliografía

  1. MARTÍN, A. 1987. Atlas de las aves nidificantes en la isla de Tenerife. Instituto de Estudios Canarios. Monografía XXXII. Tenerife.
  2. CRAMP, S. Y SIMMONS, K.E.L. (Eds.). 1980. The birds of the Western Palearctic. Vol. II. Oxford University Press. Oxford.
  3. DONÁZAR, J.A. 1993. Los buitres ibéricos. Biología y conservación. J.M. Reyero Editor. Madrid
  4. DONÁZAR, J.A., CEBALLOS, O., TELLA J.L. 1996. Communal roosts of Egyptian vultures (Neophron percnopterus): dynamics and implications for the species conservation. In: Muntaner J., Mayol, J. (Eds.), Biología y Conservación de las Rapaces Mediterráneas, 1994. Monografías nº 4, SEO, Madrid, pp. 189-201.
  5. PALACIOS, C.J. en prensa.
  6. DONÁZAR, J.A., PALACIOS, C.J., GANGOSO, L., CEBALLOS, O., GONZÁLEZ, M.J., HIRALDO, F. 2002. Conservation status and limiting factors in the endangered population of Egyptian Vulture (Neophron percnopterus) in the Canary islands. Biological Conservation 107:89-97.
  7. DONÁZAR, J.A., NEGRO, J.J., PALACIOS, C.J., GANGOSO, L., GODOY, J.A., CEBALLOS, O., HIRALDO, F. CAPOTE, N. 2002. Description of a new subspecies of the Egyptian vulture (Accipitridae: Neophron percnopterus) from the Canary Islands. Journal of Raptor Research 36:17-23.
  8. MATEO, R. 1998. La Intoxicación por Ingestión de Perdigones de Plomo en Aves Silvestres: Aspectos Epidemiológicos y Propuestas para su Prevención En España. Tesis Doctoral. Univ. Aut. de Barcelona.
  9. GANGOSO, L. Y PALACIOS, C.J.. 2002. Endangered Egyptian vulture (Neophron percnopterus) entangled in a power line ground-wire stabilizer. J. Raptor Research 36: 328-329.