El colectivo Teacher For Future en España lleva a cabo una tarea de concienciación de educación ambiental en todas las etapas formativas. Cada vez más profesores y profesoras imparten conocimientos sobre medio ambiente en las aulas.

Miriam Leirós. Integrante de Teachers For Future Spain (Profes por el Futuro). Revista Ecologista nº 108.

Teachers For Future Spain es un colectivo integrado por docentes de todas las etapas y modalidades educativas. Tiene su semilla en El guiño verde, un humilde blog en el que docentes preocupados por la carencia de experiencias en el medio natural en la educación, comenzaron a unir fuerzas para hacer florecer estas experiencias, y a su vez, dar impulso a la educación ambiental.

En el febrero 2019, un estudiante universitario de Tarragona, Ander Congil Ross, se puso en contacto con El guiño verde y solicitó poder explicar que los viernes hace “huelga por el clima” con varios amigos y amigas y se sienta en las puertas de la facultad. Tras esto, descubrimos que existe Teachers for future” en varios países europeos; y después de contactar con el país de origen del movimiento, Suecia, El guiño verde se transformó en Teachers For Future Spain (Profes por el Futuro).

Nació así este colectivo que pretende sembrar conciencia sobre el climático, emprender acciones por el medioambiente e intentar ‘naturalizar’ las aulas. Paralelamente, el movimiento de Greta Thunberg no dejado de crecer y las personas jóvenes, sin edad para manifestarse, han encontrado apoyo en su profesorado, además, miles de docentes que compartían este espíritu y estas inquietudes se han ido sumando al colectivo.

Desde Teachers For Future Spain (Profes por el futuro) consideramos fundamental la ecoalfabetización, la educación para la sostenibilidad, dentro de la enseñanza reglada, de una manera transversal, pero no atendiendo a ella como días o fechas señaladas, sino atravesando el currículum de arriba abajo, pues se deben tomar en consideración y relación estrecha las ciencias naturales y sociales dado que se influencian y repercuten mutuamente, así como el resto de asignaturas. Consideramos que conceptos como cambio climático, huella de carbono, huella hídrica, impacto ambiental, refugiados climáticos, apátridas, responsabilidad humana, etc, no pueden seguir siendo ignorados y debe otorgársele la importancia acorde a la situación.

Un cambio transformador

Consideramos que el momento que vivimos requiere de un cambio transformador. Solo mediante el tratamiento del cambio climático y la trasmisión de conocimientos teóricos y prácticos, para hacer frente a la mitigación y adaptación y, por lo tanto, a una vida más sostenible, podremos prevenir mayores catástrofes de carácter biológico y social. Por ello, una educación integral del siglo XXI debe asumir una ecoalfabetización que promueva un cambio social con estos parámetros, que ya están en nuestro manifiesto fundacional:

  1. Abrirse al medio natural, promover la conservación del mismo como forma de patrimonio natural, de fuente de vida y de base de la misma.
  2. El desarrollo de espíritu crítico y reivindicativo ante los problemas ecológicos y sociales y el fomento de la responsabilidad y la colaboración para su solución.
  3. Desarrollar hábitos de vida en consonancia con la sostenibilidad: hábitos de consumo y actitudes sociales que fomenten otros estilos de vida y desarrollo compatible con la vida humana y de todas las especie asumiendo los recursos naturales como limitados.

Para incidir sobre estos puntos, los docentes integrantes del colectivo dedicamos horas de nuestro tiempo libre en la generación de material didáctico, riguroso y atractivo a la vez ponemos en marcha acciones puntuales y promovemos diferentes líneas o programas de acción que puedan ayudar a mitigar el impacto del cambio climático, pero sobre todo que genere espíritu crítico a la hora de consumir, a la hora de actuar como ciudadanía y como parte integrante de una sociedad democrática que tiene el derecho y el poder de generar cambio social.

Así, materiales creados, como sociedad democrática y participación social, explican el proceso por el que pasan las leyes, el proceso de consultoría y presentación de enmiendas, la opción de consulta y participación social en entornos locales, etc. para recordar que la democracia permite estos derechos que muchas veces como sociedad olvidamos.

Otros materiales, como el Manual anticonsumista, buscan la reflexión sobre la obsolescencia programada, el consumo abusivo, la extracción de materias primas o las condiciones de trabajo de muchos sectores. Una de las propuestas del material es analizar las etiquetas de la ropa, ver el país de procedencia e investigar sobre las condiciones de trabajo de ese país. O preguntar al alumnado por cuánto trabajarían para producir esa prenda. Actividades transversales que pueden trabajarse en cualquier área y que cada docente adapta, o puede adaptar, a su materia empleando la actividad para calcular kilómetros, para redactar un texto argumentativo o para ver la composición química del producto en cuestión. Todo esto sin perder el punto de vista ambientalista y social.

Sociedad y cambio climático

La cuestión medioambiental no puede disociarse de la social, dado que por un lado es la sociedad la que tiene el poder de modificar el comercio y la producción mediante el consumo, muestra de ello ha sido el rechazo a los productos de aceite de palma tras campañas informativas de impacto. Por otro lado, la sociedad es la que sufrirá las consecuencias del cambio climático, y lo hará de forma desigual. Mitigar ese impacto desigual en la sociedad es parte también del ideario de Teachers.

Dentro de los programas educativos de continuidad tenemos: Recreos Residuo Cero, en el que participan más de mil centros educativos de todo el Estado español. El programa invita a rechazar los alimentos con envases de un solo uso, y a repensar sobre ellos: el sobrepackaging de los productos, si los alimentos son de temporada o no, los kilómetros que recorren, quién los ha producido, si se ha pagado el precio justo por ellos, etc. Aún sin llegar a este nivel de reflexión en todos los centros, lo cierto es que sabemos que el nivel de residuos se reduce notablemente. El feedback que obtenemos de las familias y centros escolares es altamente positivo y, todo desperdicio que deja de generarse es un ahorro energético en su procesamiento o incineración y, por supuesto, un ahorro al planeta.

Otro de los programas que ofrecemos es Ecoauditorías, un programa que invita a evaluar el centro, desde sus instalaciones, el tipo de energía que consume, los materiales que se emplean en las aulas, el tipo de comida que se sirve en el comedor, si lo tiene, la forma de transporte del alumnado y profesorado, etc. Es una revisión integral que sirve como documento de propuesta de mejora para que la teoría y la práctica vayan de la mano y de forma coherente.

Del anterior programa, Ecoauditorías, derivan otros que animan a un comedor sostenible, con raciones ajustadas para luchar contra el desperdicio alimentario, reducción de carne, comida de proximidad… Apoyamos los caminos escolares seguros, en consonancia con la descarbonización de los entornos y porque los niños y niñas en la calle son lo que hacen que un barrio esté vivo y surja la convivencia en comunidad.

Buscamos la coherencia y el aprender a vivir con otros ojos, poniendo el foco en lo importante, la acción diaria. Entender que cada una de las acciones del día tiene una consecuencia, como huella que dejamos, y así arrojar un punto de vista más amable y más respetuoso con la vida sobre el alumnado.

Todos los programas, acciones y materiales que se crean y se ponen marcha desde Teachers tienen dos denominadores comunes, por una parte movilizar a la acción, la acción individual en sí es pequeña, pero la acción no deja de ser la manifestación de la conciencia sobre un problema y el compromiso sobre intentar ser parte de la solución en la medida que cada persona tenga capacidad. Por otro lado, la mejora del medioambiente, del entorno y del planeta es una mejora que repercute positivamente en la sociedad si entendemos que necesitamos precisamente de esa sociedad, de que somos seres interdependientes, como los seres que constituyen un ecosistema, y que poner en valor el bienestar desde el punto de vista de la naturaleza, es poner en valor el tiempo frente a lo material, es poner en valor una forma de vida, más allá de la idea de vida como el tiempo para acumular bienes.