Las organizaciones APNAL-Ecologistas en Acción, Fridays for Future Vinaròs y el club de submarinismo Agua Sub Vinaròs, han realizado diversas acciones de protesta en la costa de Peñíscola y Vinaròs (Castellón) para mostrar a la ciudadanía los problemas de masificación y residuos en los parques naturales y la destrucción del litoral debido al urbanismo, la construcción de espigones y arficialización de las playas, la destrucción de humedales y ríos, la contaminación del mar, etc.

 

El sábado 31 de julio se realizó una caminata y una protesta a lo largo de un tramo del parque natural de la Sierra de Irta (zona de Peñíscola), desde la playa del Pebret hasta la playa de La Basseta (bandera negra 2021 por contaminación), para reivindicar la necesidad de controlar la masificación de vehículos en el parque natural, así como la gestión de los residuos en este espacio. Además se realizaron nuevas acciones de limpieza en la playa La Basseta (donde se sacaron numerosos residuos sólo en 50 m de playa) y se inauguró la exposición “Sin biodiversidad no hay vida” en el Centro de Interpretación de la playa del Pebret.

¡Es inadmisible que el parque natural soporte una presión de vehículos de 1.400 automóviles al día!

¡Es lamentable que el parque natural no tenga contratados sistemas de limpieza de residuos sólidos en sus playas!

¡Es triste que algunos desconcienciados dejen una enorme cantidad de residuos (botellas, latas, plásticos, etc.) depositados en sus playas y pistas!

 

 

 

El domingo 1 de agosto se realizó una concentración de protesta en la playa del Cervol (Vinaròs) y jornada de limpieza de residuos tanto en su franja terrestre como marina. Una treintena de voluntarios señalizaron la playa con banderas negras como acto de protesta por su mala gestión debido a la destrucción de la desembocadura del río Cervol, el urbanismo permisivo en la zona y los habituales vertidos de contaminantes al mar. Con ayuda de varios buzos, se limpió una franja de fondos marinos, y otros voluntarios limpiaron la zona terrestre de botellas, plásticos, metales y demás residuos depositados en sus cantos rodados y gravas.

 

 

 

Todas las acciones contaron con el apoyo, desde el mar, del velero Diosa Maat.